tag:blogger.com,1999:blog-15160585879693063802024-03-08T06:49:22.178-08:00HisteriaMatías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.comBlogger7125tag:blogger.com,1999:blog-1516058587969306380.post-62531003464722814532011-05-19T21:44:00.001-07:002011-05-19T21:44:58.512-07:00Constanza Guevara.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—Pero dijiste que ibas a venir—dije casi al borde de una ataque de ira cuando hablaba con mi amigo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Entiende, Coni, ¡me enfermé!—me gritó por el celular—. Me siento muy mal, paso yendo al baño cada cinco minutos. De verdad perdona no era mi intención dejarte sola en la fiesta sorpresa de tu ex, pero creí que seria una oportunidad para que pudiéramos volver a hablar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¿Y no me podías haber llevado al cine?—pregunté sarcástica y con la voz cargada de mala vibra. No es que me callera mal él pero gracias a sus suplicas estaba metida en la fiesta de mi ex, al cual no veía hace meses, al mismo que también me había dejado por la distancia que había entre nosotros y ahora estaba con la prima de mi mejor amigo. Además estaba sola y no concia a nadie.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Enojada le corté el teléfono, me senté en una butaca que había por ahí y empecé a ver las posibilidades que tenia para irme de aquella inmensa mansión. Los radio taxis ya de por si se demoraban en llegar a cualquier punto especifico de Calama, más se demorarían en encontrar las parcela que se hallaba a miles de kilómetros de la ciudad. Nadie se iría de la fiesta a esa hora si ni siquiera había llegado el invitado especial, así que no podía irme con otra persona, llamar a mis padres tampoco era una opción factible dado que estarían en una comida de la cual saldrían bien tarde…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Cuando ya iba por la decima posibilidad, me di cuenta, rechazaba todas esas opciones, no por imposibles, sino por buscar una excusa para verlo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pablo Calvo fue mi pololo hasta hacia algunos meses, hasta que se aburrió de tenerme lejos-dado que yo estaba en la universidad en Valparaíso- y terminó conmigo, pero supe que después se formó un relación con Matilde Santamaría Montiel, la prima de mi mejor amigo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aún recuerdo los días con Pablo, él era increíble conmigo, pero creo que la distancia y el no haberme preocupado por la relación lo alejaron de mi, y lo llevaron a buscar amor en otros brazos, aun así yo tenia mi orgullo, y no podía estar en el mismo techo que la chica que me lo había quitado, pero las ganas de verlo a él, ver su sonrisa y oír su voz… no sacaba nada con engañarme a mí misma, aunque fuese completamente masoquista de mi parte, quería ver a Pablo Calvo y lo quería ver ahora.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Algo que me daba rabia era que Pablo era muy crédulo, y juraba que en los brazos de Matilde encontraría una fidelidad absoluta, ¡ERROR! <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Calienta</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sopas</i> Santamaría, cómo era conocida en su colegio era la chica con mas apetitos sexuales que había a su edad. Los rumores de su colegio habían cruzado la web y había llegado a mí, por eso también me enteré que no solo engañaba a Pablo con Pedro, Juan y Diego, sino que también con uno de sus mejores amigos, Roberto Britto, quien se pavoneaba cínicamente en la casa de Pablo mientras él no estaba. Mi amigo, él que estaba enfermo, me comentó que se habían conseguido la casa, gracias a las disuasiones que tuvo que hacer con Ana María Gálvez, la madre de Pablo, para que le dejara organizarle una fiesta sorpresa mientras ella estaba en Europa en uno de los cuantos negocios que se le conocían a esta famosa mujer, adinerada y envidiada por todo Chile y el mundo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Gálvez se había trasladado a Europa por unos días a ver el negocio de los vinos y los quesos. La exitosa mujer había sostenido en la prensa que no veía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porqué las vacas chilenas no podían dar un queso tan bueno como las francesas si eran igualmente estúpidas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Ya vienen, ya vienen!— gritó una chica de pequeña estatura con el pelo ondulado, la piel morena y una cara de bebe. Todos partieron a esconderse. Para mi mala suerte tuve que compartir espacio en la parte inferior de una mesa con Roberto, a quien miraba con odio desde que nos saludamos. La pequeña chica apagó la luz y se agazapó detrás de la puerta esperando allí al invitado. No tenia idea de donde había salido ella pero estaba cien por ciento segura que nunca la había visto con Pablo, es más no creo siquiera que la allá mencionado alguna vez.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se escuchó el ruido de la puerta al abrirse.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Vi desde mi posición unos tacones negros deslizarse desde la entrada con elegancia mientras pasaban cerca de una butaca para anteponerse y cubrir a Mauricio, uno de los amigos más cercanos de Pablo. La yegua—Matilde— posó delicadamente las manos en la butaca y después dijo:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¡Hay que soy pava! Amor, se me olvidó prender la luz, ¿préndela?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No vi a Pablo hasta que predio la luz y todos salimos de los costosos muebles de caoba y terciopelo escarlata y gritamos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¡SORPRESA!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Entonces mis ojos vieron a Pablo, tal como lo recordaba, la persona que más había amado en el mundo se alzaba frente a mí. Recorrió todas las miradas de aquella habitación, todas con una sonrisa, menos a mí, cuando posó sus ojos en mi se le desvaneció la sonrisa por unos breves instantes y luego volvió a reaparecer cuando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dijo unos palabras con los ojos apunto de llenarse de lagrimas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—No sé que decir.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—Oh mi <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chanchi</i>—chilló Matilde muy agudo, haciéndose la tierna, además, y quizás adivinando que eso me heriría en el alma, le dio un largo beso a Pablo en los labios. No sé cómo, pero logré contenerme las ganas de llorar que tenia, respire profundo diez veces y me aleje de la larga cola de gente que se aglutinaba para saludar al mayor de edad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Hice las evasivas pertinentes hasta que nos fuimos al patio donde todos se amontonaron alrededor de Pablo y tomaron un vaso de algún trago, mientras yo me mantenía apoyada en uno de los pilares de la terraza, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>escuchaba un coro de gente pidiéndole a Pablo que dijera unas palabras.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—He vivido mucho durante mi vida, mucho bueno y mucho malo. Y durante mucho tiempo no tuve amigos verdaderos, que estuvieran siempre conmigo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo me siento afortunado y confiado de decir que hoy, los tengo. Y que los quiero muchísimo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>>>Matilde. Mi amada Matilde, eres lo mejor que me pudo haber pasado, creo que sin ti, mi vida en este momento no tendría mucho sentido. Me has enamorado completamente y espero que jamás te alejes de mí.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Con un gran pesar en el alma, y con los ojos llenos de llanto me traslade a una silla donde di rienda suelta a mis lágrimas. Era el peor día de mi vida y estaba sola, mi celular no recibía llamadas por la falta de señal y no había a nadie que conociera de los numerosos invitados.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tomé un vaso de ron con cola y empecé a beber en un rincón apartado cerca de unos arbustos, mientras lloraba silenciosamente.<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¿Amor?—escuché cerca de mí, me volteé y vi cerca de una chica de mediana estatura de piel clara, pelos y ojos color caoba, que se protegía apenas del inminente frío del invierno del 2011 con una delgada chaqueta negra. No se fijó que yo la observaba hablar por celular—. Estoy bien, tranquilo, en una hora más o menos me devuelvo para la casa…no, no es que este aburrido el carrete, es que hace mucho frío—su voz reflejaba la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>voz de una persona enamorada—… ya te llamo cuando llegue a la casa, te amo, Marquito.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Colgó el celular y después me miró, cuando se fijó que estaba allí no pudo evitar ahogar un grito, más que mal, no es común ver<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a una chica llorando en medio de los arbustos de una lujosa mansión.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Perdona— logré pronunciar con mi voz quebrada—, no era mi intensión asustarte.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—No, tranquila—dijo y se acercó tímidamente a mi—, ¿pasa algo? ¿Si quieres me voy?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—No, quédate, quizás me puedas ayudar—dije sin saber porque iba a revelarle uno de mis pesares a una perfecta desconocida.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se presentó, era Paula Olivares, una chica del curso de Pablo, y que también fue invitada a la fiesta sorpresa por mi amigo, le conté en breves palabras lo que me acontecía, la pena que sentía de ver a Pablo con Matilde, dejar que mi corazón sufriera y de sentirme cada vez mas destruida por dentro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—Mira—dijo Paula y se acomodó en la silla después de que le conté toda la historia—, a mí se me ocurre que debes ir y decirle lo que sientes, no pierdes nada, y debes jugártela por el Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—Pero él quiere a Matilde—dije algo resignada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—Nadie quiere a Matilde—lo dijo cómo si fuese algo que todos sabemos, cómo que el aire nos sirve para vivir—. Es mi mejor amiga, todo lo que quieras, pero solo la ocupan para sexo, Pablo puede estar enamorado ahora, pero después con el tiempo se dará cuenta que no la quiere y volverá corriendo hacia a ti.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¿Tú crees, Paula?—dije mirándola a los ojos, me sequé la cara toda llena de lagrimas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¡Si, ve dile!—dijo entusiasmada—. Pero primero arreglémoste un poquito, no creo que le guste verte toda llorosa.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Fuimos al baño, me lavé bien la cara y me sentí cómo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nueva, iba decidida a cumplir mi objetivo. Salí por el ventanal de la casa y allí los vi besarse, pero ella desvió la mirada a su celular.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Este es el momento, Coni</span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">. Paula me guiñó el ojo y levantó su pulgar derecho en señal de suerte, le sonreí y le asentí con la cabeza, fui casi inexpresiva, no quería denotar mucha desesperación.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">—Pablo, necesito hablar contigo. ¿Puedes?—básicamente era una pregunta para Matilde más que para Pablo, pero a ella no le dirigía la palabra, además por lo que decía la gente, mi ex se había vuelto hacia Matilde mas devoto que un cura a un santo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Si, por supuesto. Mi amor, vuelvo en un rato ¿bueno?—le preguntó y se quedó esperando la respuesta la cual me sorprendió.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Si claro, anda no más—Matilde hizo un breve y casi imperceptible gesto con la barbilla indicándole a Pablo que si podía ir conmigo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">Tomé a Pablo del brazo y nos empezamos a mover, quería incluso tomarle la mano, solo para tener la satisfacción de ver <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la cara de Matilde partirse de ira, pero pensé que Pablo quizás rechazaría el contacto físico al frente de su “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">fiel polola</i>”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">Cuando lo toqué sentí algo que no sentía hacia meses, que solo me producía él, me dio una sensación que me hizo emocionarme. Las lagrimas se querían abrir paso por mis ojos pero las retuve—habíamos quedado con Paula de no llorar, por mucha pena que tuviera, dado que seria muy patético—.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">Lo llevé a la cocina, lugar al cual nadie iba pues estaba muy frío, en si la gran casa era fría y todos los invitados se estaban yendo temprano por lo mismo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">—Dime ¿Qué necesitas?—dijo cortante y frio.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">Me<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>quedé de una sola pieza, Pablo nunca me había hablado así, ni siquiera cuando terminamos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">— P…p…Pablo—empecé a tartamudear una, por estar nerviosa y dos por la impresión que me causo que me respondiera tan oscamente—, yo aún te amo, me enferma verte con ella. Todos estos meses en la universidad, me sirvieron para darme cuenta de lo mucho que te quiero.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Pero Constanza, yo estoy con Matilde, tienes que asimilarlo de una vez—volvió contestarme de la misma manera, fue entonces que me di cuenta que las lagrimas empezaron a abandonar mis ojos y se asomaban por mi cara, mar de tristeza e impotencia, no me importó y volví a hablarle.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Pero es que Pablo, piensa que es muy difícil. ¡De un día para otro me dejaste por esa cualquiera!—quizás insultar a su polola no era el mejor método, pero estaba tan sentida en mi interior que mi orgullo sacó lo peor de mi. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">—Ni te atrevas a…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">Iba a seguir, pero en ese momento entraron Francisca Vargas, una chica que había conocido por un amigo hacia algunos meses, y un chico delgado de piel tan clara cómo Paula y con pelo castaño. Francisca quiso hacer ápice de saludarme pero se retractó. Sacaron una cerveza y se fueron.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">—No quiero volver a escuchar que insultaste a Matilde, ¿está claro?—dijo amenazante.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">—Pablo, date cuenta. Todos en esta fiesta saben que es una cualquiera…—me interrumpió abruptamente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Basta! No seguiré escuchando como insultas a mi polola. ¿Me escuchaste?—gritó y se fue dejandome sola.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Entonces no pude evitar llorar, me senté en una silla, apoyé mis codos en la mesa y me cubrí la cara con mis manos y dejé que las lágrimas me abandonaran.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sentí cómo alguien abría la puerta de la cocina, vi a una chica de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>baja estatura la cual desvió su mirada de la mía en pocos segundos, quizás se sentía muy incómoda viendo a otra persona llorar. Entonces me paré, sequé mi cara con mis manos y salí de allí. Abrí la puerta de la cocina y vi a Pablo bajar las escaleras, me acerqué rápidamente a él casi por instinto. Lo vi tenia la cara llena de pena y destrozada de dolor.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">—Pablo, ¿Qué te pasó?—pregunté con algo de pena— ¿Por qué estás así?—en verdad me ponía mal verlo en ese estado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Acabo de ver a Matilde con Roberto teniendo sexo en el baño de mi propia casa!—la rabia se asomó por mi rostro—Perdóname pero no quiero hablar ahora—dijo y se fue.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">Lo seguí hasta el despacho de su madre para tratar de consolarlo, pero él se encerró y empezó a golpear la puerta y a gritar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">— ¡Maldita! ¡Maldita! ¡Maldita!—gritaba descontroladamente. No aguanté mucho y me fui, estaba demasiado iracunda, no iba a aguantar que alguien le hiciese eso a Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">Entré en la cocina enfurecida, en ese mismo instante entró Matilde. Sin mucha espera me abalancé sobre ella y empecé a halarle los cabellos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">— ¡Maraca!—dije mientras ella trataba de liberarse de mis manos las cuales al aprisionaban contra el piso—</span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"> ¡no te basta con haberme quitado a mi pololo! ¡También tenias que tirarte al amigo!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">No sé en que momento sentí unas manos alejarme de las greñas de Matilde y luego todo se volvió negro.<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">***<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Sentí un golpe en mi mejilla derecha. Entonces todo volvió a la normalidad, estaba en un pequeño baño reducido con una ampolleta colgando de un hilo en el techo, estaba sentada en el wáter y frente a mí se hallaba Paula con la cara que pone la gente cuando ha hecho algo malo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Lo siento—se disculpó—he tenido que golpearte porque estabas muy histérica.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué pasó?—dije frotándome la mejilla.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿No te acuerdas? Quizás entraste en estado de shock—respondió Paula. Iba a contestar mi pregunta, pero el celular le empezó a sanar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Alo—dijo—. Ya, papá me voy ahora.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Colgó de inmediato y me tendió la mano. Me ofreció llevarme, pero me negué necesitaba estar sola en ese minuto, lo habrá hecho cómo sus diez veces y todas me negué al final tuvo que resignarse, se cercioró de que estaba bien y se fue.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Salí del baño que estaba cerca del despacho de la mamá de Pablo, entonces me sentí confiada, iba a desquitar mi ira con el único a quien no le había dicho ni hecho nada. Britto. Algo me decía que aun estaba arriba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Subí a toda prisa la escalera de caracol, vi una luz prendida, era del baño, conocía la casa de memoria desde que pololeábamos yo y Pablo. Fui corriendo con mi puño listo para golpear a Britto, pero me encontré con mi trabajo hecho antes de que yo llegara.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Roberto yacía en el suelo inconsciente, mientras la chica de baja estatura que había visto antes buscaba desesperada algo en la ropa de él, hasta que saco de una chaqueta de cuero botada en el piso una cámara digital plateada. Su rostro se iluminó al obtenerla, pero se puso pálida al verme.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La mire, tenia en su mano derecha una manopla negra y luego miré a Britto, estaba botado en el piso semidesnudo, entonces se me ocurrió una brillante idea, lo primero seria ganarme la confianza de aquella chica.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—Constanza Guevara—le tendí mi mano para presentarme la cual ella estrechó algo temblorosa, y con la mirada de un pequeño perro cuando se acerca un desconocido a éste—, encantada de conocer a alguien que quiere vengar a Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—Mabel Orrego—se presentó manteniendo la voz para no tartamudear—. Bueno no era mi intención vengar a Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Puse cara de pocos amigos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¡No es que no apoye la causa de defender a alguien a quien lo engañan! <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Además, este hipócrita tenia algo que me pertenecía—miró enojada por encima del hombro a Britto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">—No importa, te me adelantaste, si no lo hubieses hecho tu lo hago yo—reí. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Le ofrecí bajar a tomarnos algo y hablar de la vida, pero aquella chica aunque tierna y delicada, tenía una gran expresión de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desconfianza marcada en el rostro, la cual disfrazaba con sonrisas cínicas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Pablo paso por nuestro lado en la escalera, subió muy triste, pero había algo mas, algo pasaba con él en ese minuto, y esa sensación me hizo temblar de píes a cabeza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Una vez abajo entré a la cocina, tomé rápido un vaso de agua, luego me dispuse a hablar con Mabel, pedirle la manopla y golpear a Matilde. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">El resto de los hechos ocurridos en esa noche pasaron en cámara lenta para mi empezando cuando asomé mi vista por el umbral de la puerta de vaivén de la cocina, que daba hacia al living y vi a Mabel mirando la puerta de salida y vi también cómo Matilde subía al segundo piso, fue entonces cuando la ira volvió.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Salí de la cocina ya me acerqué a Mabel, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ordené que me pasara la manopla negra que tenia, al principio no entendía a que me refería, entonces le grité y ella entregó la manopla, sin miramientos subí al segundo piso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Todo saldría perfecto, golpearía a Matilde hasta sentirme satisfecha, y luego recuperaría a Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">La luz del baño seguía prendida y Britto aún estaba botado en el piso, pero no importaba. ¿Dónde estaría Matilde? Me preguntaba mientras avanzaba por el pasillo oscuro del segundo piso. Fue entonces que escuché a alguien gritar, eran unos gritos desgarradores, llenos de dolor y de pena, pero aun así quería saber de dónde venían y sobre todo, de quienes eran.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">— ¡Por favor!—chilló Matilde.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Me fui acercando más, feliz de que alguien estuviese haciendo sufrir a Matilde por mí.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;">Agudice mis sentidos y escuché de donde provenían los gritos, era de la habitación de la madre de Pablo, había pasado tantos días en esa casa que ya sabía dónde estaba cada cosa y conocía a quien le pertenecía cada habitación, cada puesto en la mesa y cada taza de café.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "MS Shell Dlg"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-themecolor: text1;">Caminé temerosa aun así para ver de quien se trataba, no fuera hacer cosa que la persona que estuviese haciéndole esas cosas a Matilde me las hiciera a mi por andar de fisgona.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "MS Shell Dlg"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-themecolor: text1;">Abrí la puerta con cuidado, vi a Matilde con las manos levantadas, pegada al gran ventanal del pequeño balcón de Ana María Gálvez, me lanzó una mirada de suplica a la cual yo negué con la cabeza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "MS Shell Dlg"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-themecolor: text1;">En ese minuto todo se volvió lento, y se quedo grabado en mi cabeza por el resto de mis días. Escuché un ruido atronador, Matilde se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cayó de espaldas, se rompió el ventanal y ella se fue por el balcón, se escuchó una zambullida en la piscina y luego un grito desgarrador.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "MS Shell Dlg"; mso-bidi-font-weight: bold; mso-themecolor: text1;">—¡Ah!—ahogué un grito de terror ante la sorpresa de ver lo que pasó, luego escuché un ruido metálico y mira al frente mío, la persona que mató a Matilde me apuntaba con el arma homicida—calma—dije yo—. No diré nada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="tab-stops: 21.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-themecolor: text1;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span lang="ES-TRAD">Escrito por Matías Mayork.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Matías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1516058587969306380.post-79966015125698363392011-04-12T17:59:00.000-07:002011-04-12T17:59:44.136-07:00Mabel Orrego.<div class="MsoNormal" style="mso-outline-level: 1;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Papyrus; font-size: 19px; line-height: 21px;">Matilde me llamó a eso de las nueve de la noche, avisándome de que ya estaban a punto de llegar con Pablo, él cual estaba de cumpleaños y le estábamos haciendo una fiesta sorpresa.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Con mal humor me puse en la ventana y miré aburrida esperando ver el Golf Cabriolet verde de Matilde, para decirles a todos que se ocultaran. Cuando eso pasó, me escondí al lado de la puerta- el de la bisagra-, asi antes de que se abriese estaría ya escondida en el momento de decir sorpresa.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Creo que ese siempre será mi lugar mientras siga con Matilde, escondida tras una puerta, pero es que no puedo separarme de ella, traté, pero ella tiene algo que me perjudica, y si dejó que lo ocupe en mi contra estaré en problemas, por eso debía permanecer con ella hasta poder robarle lo que necesito.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Entraron, tuve que tener un poco de cuidado para que la puerta no me aplastara, soy bastante menudita. Vi cómo entraba primero Matilde, castaña, vestía una blusa blanca con una mini negra y unos tacones del mismo color. Tras ella entró Pablo con una chaqueta negra y unos jeans oscuros, reconocí su pelo descuidado y café, iluminado por el fulgor de la luna llena que entraba por la puerta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Hay que soy pava! Amor, se me olvidó prender la luz, ¿préndela?—le pido haciéndose la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tierna.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pablo, cómo buen perrito faldero que era, prendió la luz. El living lujoso de su casa se iluminó, y todos salimos de nuestros puestos al mismo tiempo y gritamos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡SORPRESA!—me miró fugazmente por haber salido de detrás de la puerta, luego <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dijo, mirando a todos:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No sé que decir— escuché cómo su voz se quebraba, creo que no se esperaba otra fiesta sorpresa, después de la que ya le habíamos hecho el año pasado en Lomas Huasi. Claro que éste año faltaba uno de mis mejores amigos, que habia ayudado a organizar la fiesta del año anterior, pero ahora estaba enfermo. Le comenté a Francisca Vargas la diarrea que había tenido y no pudo evitar reírse de él.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Matilde dijo algo en una voz demasiado aguda y corrió a abrazar a Pablo y se dieron un largo y prolongado beso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Creo haber sido la primera en haber saludado a Pablo. Lo abracé le deseé un feliz cumpleaños y que encontrara la paz y la felicidad que merecía. Evidentemente para mí era decirle “deja a esta huevona, te caga con tu amigo, imbecil”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Después de mi, vino el más cínico de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todos, Roberto Britto, quien <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abrazó a Pablo, le dijo que le quería mucho, que ojala lo pasara muy bien.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Quién podría pasarlo bien con unos cuernos cómo los suyos?—susurré.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Dijiste algo, enana?—preguntó Britto. Pablo se fue a saludar a Mauricio y a Mirko.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Yo miré de reojo a Britto, fruncí los labios y dije con voz cínica:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No nada, Roberto. Y no me digas más enana que me carga—me fui pasando a llevar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con mi hombro parte de su cuerpo. El me agarró del brazo y me plantó de nuevo frente a él.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No te conviene hacerme enojar, Orrego—dijo desafiante. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿A si?—lo miré de reojo y puse los brazos en jarra—. ¿Tendría que temerte, Britto?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Claro que sí—dijo encarando una ceja. Le iba a decir que no tenía tiempo para sus estupideces, pero él me atajó—. No creas que Matilde sea la única que ha visto las fotos, ni la única que tiene copias—sacó de su chaqueta de cuero una cámara digital—. En esto se puede ver exactamente cómo consumías marihuana, Mabel.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Alcé mi brazo para tratar de arrebatarle la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cámara, pero Roberto fue más rápido, y más alto que yo y la puso sobre su cabeza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Pásame eso Roberto!—dije firmemente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Mira, enana, debes ser más respetuosa conmigo—dijo desafiante—. Sino tus papitos se enteraran que su hija le hace a la maría—luego rió burlescamente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Mientras se reía le golpeé en el estomago y él se agachó sorprendido, porque no creo que mi puño doliese algo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Escúchame, tarde o temprano me vengare!—dije con voz sombría en su oído. Luego me alejé de él con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>paso firme, y salí al jardín, ya todos nos habían abandonado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Cuando llegué Pablo estaba dando un brindis, y lo único que quería era irme de allí. ¡No! Gritar todas las mierdas que tenia escondida Matilde Santamaría, luego golpearla en el piso, comer un poco de helado, y después irme.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me senté sola casi todo el rato, los demás bailaban, pero yo no estaba interesada en nada. Varios trataron de sacarme al jardín a bailar, pero los rechacé tratando de fingir cortesía, no quería estar con nadie, solo pensaba cómo robarle la cámara a Roberto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Recuerdo que desde donde yo estaba se podía ver a la gente salir y entrar a la casa. Cuando ya no quedaba más que unas pocas personas vi que Javier y Francisca entraron y me dejaron sola. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Decidí pararme, llamar a mi madre para que me viniera a buscar e irme, pero justo en ese momento Matilde me agarró del brazo y me llevó por la puerta del lavadero de la casa, de allí salimos a un pasillo escasamente iluminado que daba con una pared con una puerta de vaivén, y una escalera de caracol.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Me haces daño!—dije zafándome de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un tirón.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Y qué me importa!—me espetó y yo me quede helada ante su brusquedad—. Mira, voy a subir y estaré un rato con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Roberto, si Pablo sube lo distraes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me quedé parada ahí mirando sus tacones negros y luego le respondí:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No—lo dije casi en susurró pero estaba segura que Matilde había escuchado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡A ver!—me increpó, luego me puso contra la pared sujetándome el hombro izquierdo con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su mano derecha y con la otra me apuntaba maliciosamente con el índice—. Lo vas a distraer, él no puede subir, ¿me entendiste?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No, yo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estoy harta de las mentiras—dije furiosa, estaba demasiado enojada para hacerle recados a Matilde.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Me importa una mierda, si estas harta o no. Si Pablo sube, ten por seguro que mañana mismo me encargo de publicar las fotos que tú y yo sabemos, en Facebook. Que tragedia para la familia Orrego una hija que se dedica el tiempo libre a...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Ya, está bien!—le interrumpí llena de impotencia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Así me gusta, eres una chica buena Mabel— me dio un beso en la frente, luego me hizo un gesto para que vigilara la puerta y se fue.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hastiada me apoyé en la pared, me relajé. Cómo se había apagado la muisca solo se escuchaba el ruido del viento por el ventanal. Cuando estaba más<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tranquila escuché un ruido que venía desde la escalera de caracol, desvié la vista rápido y pude divisar las zapatillas medias deslavadas de Pablo. Había subido la escalera, y también salió por la otra puerta. Hubiese hecho el intento de detenerlo, pero estaba tan harta de todo, saqué de la cocina una cerveza, donde vi una chica morena de pelo liso negro llorando sobre la mesa, mi sentido de generosidades me decía que le hablara, pero justo en ese momento se paró y se fue.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me fui a la silla de playa donde había estado mirando la luz de la piscina. Escuché unos cuantos ruidos, escuche a alguien gritar maraca a alguien, pero no quise ir, solo pensaba en cómo quitarle la cámara a Britto allí estaba mi llave para liberarme de Matilde de una vez por todas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">De la nada surgió una idea. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Avancé hacia la casa, iba a subir a la pieza de huéspedes, pero no pude evitar pararme a escuchar una conversación que venía desde la cocina, justo de la puerta que daba al pasillo que llevaba al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>living, aparentemente a alguien la tenían contra la pared.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Me las vas a pagar mala amiga—escuché decir a Matilde.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Y por qué se puede saber?—respondió Francisca—. Por haber sido sincera, Mati, ¿por eso?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No, por hocicona, ya vas a ver. —le amenazó Matilde, su voz empezó a subir de tono.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿A si?—dudó Francisca en tono irónico. Yo ya sentía miedo por ella, quizás cómo ella era buena amiga de Matilde no sabía que debía temerle, dado que a Matilde, aquel que la provocaba no tenia un futuro muy bonito— ¿Qué me harás, divulgaras secretos míos por el colegio?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— Que no se te olvide que mi viejo, es el jefe del tuyo, y por haberte puesto insolente conmigo, mañana mismo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tú y tu familia se van a la calle sin ningún peso—. Gritó, pero luego puso su voz dulce y cínica que ponía cuando quería atemorizarla más a una—. Créeme Francisca, no te conviene tenerme de enemiga.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Sentí la puerta correrse y casi me dio en la nariz pero alcancé a retroceder.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Matilde hizo con su cabeza un ademan de buscar algo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su pelo corto y castaño se movió con ella.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me miró, y me grito.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Ya me las arreglare contigo, inútil!—se fue muy rápido hacia afuera.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Subí rápidamente la escalera tenia una oportunidad. Llegué a la habitación de huéspedes, allí había dejado mi bolso cuando llegué a la casa. Prendí la luz y vi todos los abrigos y bolsos de la gente que aun quedaba en la casa. Ya<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no eran tantos. Tomé el mío y saqué de éste una manopla negra de fierro, era algo pesada, pero podía con ella. Recuerdo que hace unos meses mi amigo, el que falto a la fiesta, me la prestó para devolverme a mi casa y ahora la ocuparía para quitarle esa cámara a Britto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Lo demás <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue muy fácil. Apenas salí de la habitación de huéspedes vi la luz del baño prendida, quise ir a ver quien estaba allí. No importaba retrasar la recuperación de la cámara, estaba cien por cien segura de que pasaría esa noche antes de irme, y nadie sospecharía de la pobre y tierna Mabel Orrego.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me acerqué con la manopla al umbral de la puerta, y cuando vi que Britto estaba agachándose para recuperar su polera aproveché de hacer realidad mi plan.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Sigilosa y rápida me adentré en l baño, y le propiné un golpe muy fuerte en la sien, Roberto cayó al instante inconsciente. Busqué su chaqueta de cuero. Recién allí me fijé que solo tenia puesto el bóxer a cuadrille azul. Cerca de su pie estaba la chaqueta, la tomé y saqué la cámara.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Salí del baño pero en el umbral me topé con la chica de piel de caramelo y el pelo negro que le caía cómo una delicada y fina cortina, con unos ojos del mismo tono, me miró extrañada,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>luego a Britto y luego me extendió la mano.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Constanza Guevara—le estreché la mano extrañada—, encantada de conocer a alguien que quiere vengar a Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Mabel Orrego—dije extrañada—. Bueno no era mi intención vengar a Pablo. ¡No es que no apoye la causa de defender a alguien a quien lo engañan!—dije cuando puso una mueca rara en su cara—, además este hipócrita tenia algo que me pertenecía—dije mirando con desdén a Britto inconsciente y semidesnudo en el suelo del baño.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No importa, te me adelantaste, si no lo hubieses hecho tu lo hago yo—rió Constanza. Bajamos la escalera juntas, era demasiado simpática, y eso me parecía sospechoso. Tiendo a desconfiar de la gente cuando estoy nerviosa y ella no seria la excepción. A mi parecer quería algo que yo tenia. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Vimos a Pablo subir muy afectado, pero no llorando, Constanza se estremeció, pero no le prestó atención, cuando bajó se fue a la cocina, entonces aproveché. Corrí a la puerta de entrada, iba a salir, pero luego vi a Francisca sentada en la escalera llorando. No me vio, cerré la puerta con cuidado para que no me sintiera y luego volvi a entrar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Constanza estaba detrás de mí.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Ah!—grité—. Me asustaste.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Tu manopla—dijo con voz queda.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Perdón?—pregunté pensando que no había escuchado bien.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Dame tu manopla!—asustada se la di.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ella salió corriendo y la perdí de vista en la escalera de caracol.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">A esas alturas nada me importaba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Agarré la cámara. Salí de la casa y arrojé la cámara a la piscina y justo en ese momento todo empeoró.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Escuché el ruido de un disparo, luego el de un vidrio quebrarse. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Vi cómo algo caía desde las alturas y se zambullía en la piscina. Me acerqué a ver y vi a Matilde, estirada boca arriba con su vestido de fiesta, tenia un agujero en la cabeza y los ojos verdes estaban completamente abiertos mirando el cielo estrellado del norte de Chile.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Aaaaaaah!—grité espantada, pronto empecé a chillar y a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llorar cómo un bebe, y sin poder evitarlo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Sin percatarme sentí una mano que me rodeó y me acercó a su cuerpo. Era Francisca. Me oculté en su hombro sin parar de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>repetir que estaba muerta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Sentí como Francisca me golpeó en la mejilla, entonces todo se volvió negro. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
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</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Escrito por Matías Mayork.<o:p></o:p></span></div>Matías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1516058587969306380.post-29462471774562640232011-04-04T18:00:00.003-07:002011-04-04T18:00:48.264-07:00Capitulo 3:<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 22.0pt; line-height: 115%;">3:20 A.M.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Matías<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y Francisca le tuvieron que explicar a Pablo que necesitaban un cuarto tranquilo para interrogar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los sospechosos, por ende necesitaban un lugar aislado donde pudieran hablar en calma, Pablo les ofreció el despacho de su madre, con la promesa que nadie<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tocara nada. Después de que los chicos juraron y re juraron por lo más importantes de sus vidas que no pasaría nada con los muebles del interior del despacho, que al parecer eran o muy caros o muy antiguos, pudieron pasar a él.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pablo los llevó por un pasillo que conectaba al living con un pasillo lleno de habitaciones de huéspedes, por lo que los chicos manejaban Pablo tenia un millón de familiares revueltos por Chile y el mundo y por eso su madre había construido tantas habitaciones extras para que no pasaran una estancia con hacinamiento.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En las paredes del pasillo colgaban retratos muy antiguos de hombre y mujeres, que iban cambiando a medida que avanzaban, primero eran retratos al oleo muy antiguos de hombres y mujeres de la época del renacimiento, luego cambiaban a daguerrotipos en blanco y negro o en sepia de personas vestidas con trajes de finales del siglo XIX y principios del XX.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Francisca no podía dejar de mirar aterrada los ojos de los que habitaban en esos cuadros y fotografías, dado que ninguno sonreía, todos miraban con un aire<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>altanero desde sus marcos, tenían barbillas prominentes, labios pequeños y apretados y unos ojos fijos y penetrantes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Eh… ¿Pablo?—balbuceó Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Dime—inquirió Pablo que iba delante del grupo, luego venia Matías y después Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Quiénes son ellos?—preguntó señalando al daguerrotipo más cercano de una mujer arrugada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y que tenia el seño fruncido mirando a la cámara.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Mis ancestros, los Gálvez—dijo con un cierto aire de orgullo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Ah—dijo Francisca muerta de miedo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La verdad es que no era muy grato pasar por ahí, ni siquiera para Matías que hasta ese momento no se había quejado de nada, ni se habia asustado con nada, pero era realmente escalofriante pasar por un pasillo lleno de rostros que lo juzgan a uno.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Al final del extenso pasillo se encontraba una puerta negra,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una placa de bronce<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que rezaba el nombre de “Ana María Gálvez H.”. Pablo se sacó del bolsillo un manojo de llaves,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>después de buscar puso una en la cerradura de la puerta y la abrió, la puerta profirió un chirrido fantasmagórico que retumbo en todo el largo pasillo, Francisca saltó asustada detrás de Matías y hundió sus uñas en su espalda.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Au—se quejó Matías mirando a su amiga con reproche.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Pasa algo, Matías?—Preguntó Pablo mirando por encima del hombro mientras buscaba un interruptor para encender la luz.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Eh… no nada— carraspeó Matías, luego se agachó un poco para quedar a la altura de la oreja de Francisca—.Panchi, por favor un poquito de seriedad—le dijo en susurro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Perdón—se disculpó la chica retirando las manos de la espalda de Matías. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Cuando Pablo prendió la luz, les dijo que pasaran, una lámpara de vidrio alumbraba la estancia la cual estaba pintada de un magenta oscuro, con varios cuadros texturizados de flores blancas, había un inmenso sillón frente a una chimenea al lado derecho de este había una ventana que daba al patio y que en ese instante tenia echadas unas cortinas de terciopelo verde con borlas doradas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la parte izquierda de la habitación había un escritorio inmenso, cuidadosamente barnizado y labrado con unas patas de león, tras él había una hermosa butaca de una madrea oscura y cuero, frente al escritorio había dos sillas pequeñas, pero igual de decentes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Si quieren pueden sentarse en ella—dijo Pablo señalando a la monumental silla labrada, cuando hizo ese gesto se fijo que habia una estantería llena de libros de encuadernación antigua detrás del conjunto del escritorio. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Matías y Francisca pasaron tímidos a la estancia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Gracias, Pablo—dijeron al unisonó.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—De nada—dijo Pablo esbozando una sonrisa grande, pero forzada—. ¿Hay algo más que se les ofrezca?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sí, llama a Constanza por favor, tenemos que hablar con ella—pidió Francisca acercándose al sillón que estaba al frente de la chimenea.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Bueno en seguida—respondió Pablo y salió de la habitación con un aire de pesar, aparentemente seguía triste.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Estás lista?—preguntó Matías acercándose parándose detrás de Francisca y viendo la hermosa chimenea labrada en piedra que estaba sin prender.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sí—respondió Francisca dándose vuelta y abrazando a Matías—. Amigo descubriremos quien mató a Matilde aunque sea lo último que hagamos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Matías le correspondió al abrazo fraternalmente y luego se separaron, estaban viviendo momentos de tensión y ambos eran sensibles a casi todo y en ese momento estaban más unidos que nunca por un bien común. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se escuchó un golpeteo en la puerta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Adelante—dijo Matías preparándose para sentarse en la inmensa butaca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Constanza entró en la habitación con cierto recelo, con Francisca se miraron intensamente cómo por un minuto, luego la amiga de Matías puso una silla al lado de él.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Matías con un gesto con la mano le hizo una seña para que Constanza se sentara delante de ellos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Y bien, qué quieren?—preguntó arisca cuando se sentó en la silla, se apoyo en uno de los brazos ésta tenía y cruzó su piernas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Bueno, Constanza—comenzó Matías apoyando las manos en el escritorio—, queremos hacerte un par de preguntas sobre esta noche.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Entonces apúrate, no tengo ganas de perder mi tiempo—estaba enfadada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Corazon—dijo Francisca haciendo una sonrisa—, me molesta tu tono de voz, no sé si estas enojada o no, pero trata de respetarnos, no te cuesta nada respondernos amablemente un par de preguntas, por mi después de esto te puedes ir al…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¡Francisca!—Matías exclamó en señal de reproche, la chica le devolvió la mirada nerviosa.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: red; font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Matías se aclaró la garganta y empezó el interrogatorio.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Cómo era tu relación con mi prima, Constanza?—preguntó Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Constanza bufó.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Mala, ¿Cómo crees? Fue tu prima la que me robó a mi pololo—dijo asomando un poco de odio.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿</span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Tan mala como para agredirla, verbal y físicamente-se rascó el cuello—y luego matarla?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¡<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Cuidado con lo que dices! Si, la agredí, ¡porque fue capaz de quitarme a mi pololo, y más encima engañarlo! pero jamás la habría matado—hizo una pequeña pausa mientras se acomodaba un largo mechón liso con la mano derecha—...además, tengo una coartada.<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—</span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Bueno dínosla, corazón-dijo Francisca estaba escéptica, Matías, se cruzó de brazos y la miró encarando una ceja.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">No me trates como estúpida ¿me escuchaste?</span> —dijo Constanza entrecerrando los ojos en señal de disgusto.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><<<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Si el traje te queda</i>>>. Susurró Francisca. Matías quien las escuchó trató de mantener la compostura y no reírse de la broma.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Pablo estaba conmigo, pregúntenle—respondió tranquila echando su cabeza hacia atrás.<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Eso no es suficiente, Coni-dijo Matías serio-. Necesito que me cuentes exactamente que hacías entre el periodo que agrediste a Matilde y cuando ella murió</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—<span class="apple-style-span">Quizás recién ahí te creamos- dijo Francisca con la voz cargada.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Después de mi encuentro con Matilde, Paula me acompañó al año para tranquilizarme, estuve con ella un rato, luego iba a subir para ver si encontraba a Pablo, y me lo encontré subiendo la escalera, entonces fuimos a su pieza.<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Y que hicieron allí</span></span><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">?<span class="apple-style-span">—preguntó Matías analizando la cara de Constanza.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Solo escuchábamos música—dijo sin preocupación.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sin embargo escucharon algún ruido me imagino—inquirió Francisca haciendo una sonrisa torcida.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Si, estábamos en su pieza cuando oímos el ruido de la ventana. Pablo pensó que alguien quebró el ventanal de abajo, y bajamos corriendo...fue entonces cuando vimos lo que en verdad había pasado.<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Se hizo una pausa algo incomoda en el lugar.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías se aclaró la garganta y continúo:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Estaban en la pieza de Pablo, la que está frente a la de su madre cierto?-preguntó.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sí.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Y cómo es que no escucharon nada</span></span><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">?<span class="apple-style-span">-preguntó Francisca, apoyándose en la mesa de golpe- ¡Estaban a lado, mujer, y por lo que deducimos no fue un asesinato muy silencioso que digamos!<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Ya dije que Pablo puso música—respondió Constanza enojada.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Y la apagó justo antes de bajar, cierto</span></span><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">?<span class="apple-style-span">-pregunto Matías cruzándose de brazos.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Te das cuenta de las estúpidas preguntas que haces? ¡Ya te dije que tenemos ambos una coartada!, no seas idiota y busca al verdadero culpable ¡No pierdas el tiempo!—gritó saltando de la silla, la botó y se dirigió a la salida.<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Francisca, con gran agilidad se interpuso entre ella y la puerta.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Mira, Constanza—dijo elevando la voz—, acá no vienes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a insultar a nadie, ¡así que te<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vuelves a sentar a hora mismo, porque no hemos terminado!<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Tú no me vienes a mandar, pendeja—dijo Constanza con mal humor.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡Siéntate, mierda!—gritó Francisca, Constanza, asustada volvió tímidamente a su asiento.</span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Solo un par de preguntas más, Constanza—declaró Matías. La chica lo miró reacia y luego asintió con la cabeza— ¿Quién crees que mató a Matilde?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¡Y yo que sé! ¡No conozco a mucha gente aquí!—exclamó molesta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Cálmate, Conita te saldrán arrugas si sigues estresándote—dijo Francisca cínicamente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Constanza se quedó mirando fijamente a Matías ignorando el comentario, pero el chico sabía que le había molestado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—La última —dijo Matías. Sacó de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su chaqueta la manopla negra y la puso entre los dos en el escritorio—. ¿Te parece conocida, Constanza?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—<span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Sí, Se la vi a Britto hace algún tiempo, me contó cuando se la compró—dijo Constanza.<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Y no la viste en la fiesta por casualidad?—preguntó Francisca la cual se paseaba de un lado al otro por detrás de la silla de Constanza cómo un gato asechando a su presa.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Constanza miró por el rabillo del ojo a Francisca y respondió:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—No, no la he visto ésta noche—volvió la vista hacia Matías— ¿<span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Qué tiene que ver esa manopla con todo esto?</span></span> <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—<span class="apple-style-span">Ésta manopla fue encontrada en la escena del crimen—respondió Francisca.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Acaso esta manopla la usaron contra Matilde?—inquirió Constanza mirando asustada el objeto de defensa personal.<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Gracias, Constanza, puedes retirarte—dijo Matías parándose del escritorio y señalando a la puerta—. Pídele a Pablo que entre.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">L a chica se disponía a irse, pero se detuvo ante la perilla y dijo:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Ahora que lo pienso no he visto a Britto en casi toda la noche.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías y Francisca intercambiaron una mirada rápida, luego volvieron a mirarla a ella. Cuando salió ambos se quedaron mirando.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Por qué habrá mentido?—preguntó Francisca a Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Quizás ella tenga algo que ver con lo de la manopla y le echó la culpa a Britto para que dejáramos de sospechar de ella—dijo Matías sentándose nuevamente en la silla y acomodándose en ella—. Además conozco a Britto, es un amigo mío y en todo el tiempo que lo conozco nunca le he visto ni siquiera manipular un cuchillo, así que no creo que la manopla sea de él.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Hmmm… no lo sé—dudó Francisca apoyando el mantón en su mano derecha—. A estas alturas yo ya no confío en nadie.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Tampoco yo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías se rascó la barbilla y en ese momento apareció Pablo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Qué es lo que necesitas, Matías?—dijo Pablo, su voz demostraba cansancio por la experiencia anterior.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Queremos hacerte un par de preguntas, Pablo—respondió Matías—. Tranquilo no demorara mucho, siéntate por favor—se sintió raro pidiéndole que se sentara en uno de sus propios muebles.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Pablo suspiro.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Bueno—respondió algo triste, cruzó la habitación arrastrando los pies y se sentó.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Dime, Pablo—dijo Matías—. ¿Cómo te sentiste después de que Matilde murió?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡¿Qué clase de pregunta es esa, idiota?!—exclamó Pablo con rabia.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Cálmate, Pablo—dijo Francisca elevando su voz.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Pablo se llevó las manos a la cabeza.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Está bien, me calmo, pero hagan preguntas que valgan la pena.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—A lo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>yo me refería amigo mío, era que quizás te podrías haber sentido algo culpable—declaró Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Por qué culpable?—preguntó Pablo frunciendo el seño tratando de entender.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Piénsalo—dijo Matías levantándose de la silla labrada—. Tu polola acaba de morir, después de una pelea de grandes proporciones… A donde quiero llegar querido amigo, es que quizás no estemos tratando con un asesino, sino con un suicidio—Matías quedó detrás de la silla de Pablo, Francisca lo miró extrañada, hasta ese momento no se le había ocurrido una posibilidad así—. Y todo porque no pudiste perdonarle un desliz.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Primero, no seas imbecil, el disparo fue en la frente—repuso Pablo enojado apuntándose fuertemente en medio de la frente con su dedo índice.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Hay gente que se ha suicidado asi—replicó Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Pablo lo ignoró y continuó rápidamente.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Segundo ¿un desliz? ¿Consideras que meterse con uno de mis mejores amigos es un desliz? De verdad la palabra idiota no alcanza a describirte—dijo con un tono burlón.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—No te atrevas a hablarme así mierda—gritó Matías, Pablo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se paró de su silla y ambos se quedaron mirando cara a cara. La tensión<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se apodero de la habitación, ambos respiraban cómo dos toros acelerados apunto de atacarse.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Francisca nerviosa tomó de nuevo la conversación.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Emmm…Pablo—titubeó—. ¿Cuándo fue la última vez que viste a Matilde?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">A Pablo le llevó un poco voltearse, quizás pensaba que Matías lo atacaría o algo así. Éste por su lado volvió a la silla labrada, colocó su codo derecho en el mismo brazo de la silla y apoyó su mentón en su dedo índice, mientras taladraba a Pablo con la mirada. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Pablo, quien ignoraba con mucha calma la mirada de Matías, le contestó a Francisca:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Cuando la descubrí—Pablo volvió a sentarse—. Esa fue la última vez que la vi.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Y que hiciste entre ese periodo y después de que le dispararon?—Matías soltó estas palabras como si fuesen salidas de la boca de una serpiente y estas contuviesen un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>montón de veneno.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Vine aquí y me encerré con llave…—dijo Pablo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>directamente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los ojos de Matías y Francisca—. Luego salí a tomar un trago que tenia en mi pieza. Cuando iba subiendo la escalera me encontré con Constanza.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Hmmm…mira tú, ¿y qué pasó después?—inquirió Matías con voz burlona.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Entramos a mi pieza y ahí nos quedamos—a Pablo no le interesaba la actitud de Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Tu habitación, la misma que esta frente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la de tu madre—inquirió Francisca—. En la cual según sabes ocurrió un asesinato—se sentó en uno de los brazos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la silla que ocupaba Matías—. Es difícil ignorar un asesinato tan ruidoso, siendo que uno está al frente de la habitación donde ocurrió, ¿no crees, amigo?—Francisca apoyó su brazo en el hombro de Matías, mirándolo con complicidad.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Sí, amiga, muy, muy raro—concordó Matías con voz sarcástica mirando a Pablo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Lo sé, me siento muy mal por no haber escuchado a Matilde—dijo Pablo apoyando su cabeza en su mano derecha, su cara reflejaba tristeza—. Coni y yo nos pusimos a ver televisión y le subimos mucho el volumen para ignorar el ruido de la música de abajo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías soltó una sonora carcajada, echo su cabeza hacia atrás y cerró los ojos.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Qué?—inquirió Pablo algo molesto.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Pablo—dijo Francisca, dado que Matías no paraba de reír—. Según lo que dijo Constanza, jamás vieron televisión—hizo una sonrisa hacia la derecha—. Ahora solo nos queda saber cuál de los dos miente.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías se levantó de la silla una vez que paró de reír, le golpeó los hombros a Pablo, cómo lo haría un amigo y luego le dijo agachándose un poco y quedando cerca de él:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Dinos la verdad, Pablo, sino te va a pesar.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Pablo soltó un suspiró.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Demonios está bien, no estábamos viendo la televisión, estábamos escuchando música, pero además… nos estábamos besando…—suspiró nuevamente—. Y en el momento en que ustedes me preguntaron la mentira surgió sola.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Ah, Pablo—suspiró Matías—. Así de rápido olvidas a tus amadas.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Está bien, lo admito por favor no me hagan sentir peor de lo que ya me siento—dijo Pablo triste.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Pero porque sentirse mal, Pablo—dijo Matías con odio en su voz.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Matías, para—le advirtió Francisca.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—No fue ella, la que te engañó, primero, tu solo le estabas devolviendo la moneda, porque eres un maldito…<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡Matías, basta!—gritó Francisca.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Ambos se quedaron mirando enojados.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—No me siento orgulloso, pero esa es la verdad—dijo Pablo antes de irse.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Se puede saber que pasa contigo?—exclamó Francisca.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías la ignoró, la rodeó y salió de la habitación.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡¿A dónde vas?!—gritó Francisca, Matías caminaba a grandes zancadas hacia el otro lado del pasillo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡A seguir viendo los videos!—respondió volteándose bruscamente—. ¿Vienes conmigo o te quedas ahí?<o:p></o:p></span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">***<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías y Francisca estaban abrazados en la sala de las cámaras, hacían esto para liberar tensiones.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Tenemos que calmarnos, ¿ya?—replicó Francisca.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Prometo que lo haré desde ahora—dijo Matías apretando mas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fuerte a Francisca—. Perdona si no te hice caso, es que me da rabia, todo lo que está pasando.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Créeme que a mí también, nos hemos portado muy mal con Pablo y Coni, hay que dejar de hacer eso.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Siguieron así un par de minutos más luego se soltaron.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Okey, manos a la obra—dijo Matías—. Veamos las grabaciones de principio a fin.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Francisca se puso frente al teclado del equipo de vigilancia y empezó a teclear a gran velocidad.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Empezaron a ver desde el principio toda la fiesta. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡Detén la imagen!—pidió Matías de un salto.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Francisca lo hizo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Qué pasó?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>— ¡Mira, eso!—señaló uno de los cuadros del monitor y se vio a Mabel, hablando con Britto.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Por qué estarían hablando esos dos?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—No lo sé… A ver reproduce.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">El video no tenía sonido, pero se veía que entre ambos no se estaba dando una conversación muy placentera. En un minuto Britto sacó algo de su chaqueta algo plateado, Mabel trató de arrebatárselo, pero cómo era pequeña Britto alzó el brazo impidiendo que Mabel lo cogiera.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Francisca detuvo la imagen y la acercó, se dirigió a lo que Britto sostenía en su mano.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Es una cámara digital—declaró Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Pero no cualquier cámara digital—replicó Francisca.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿A qué te refieres?—preguntó Matías mirándola extrañado.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Está cámara le pertenece a Matilde—explicó la chica.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Y por qué la tenia Britto?—Preguntó Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Francisca tenía la vista fija en la imagen.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Recuerda que eran amantes—respondió—. No me extrañaría que en uno de sus revolcones se le haya quedado la cámara en su casa.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías ignoró el comentario sobre su prima.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Ahora que me acuerdo, hace unos días, Matilde dijo que iría a ver a Britto, para algo de la fiesta…no me acuerdo que y llevó la cámara digital. Quizás por eso la tenga—corroboró Francisca.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Hmmm…sí, pero eso no responde porque Mabel la quería—repuso Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Tienes razón—afirmó la chica—. Ay algo que no va, quizás deberíamos seguir viendo, quizás encontremos algo más.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Volvió a reproducir todas las cámaras. Ya llevaban una hora mirando las cámaras, cuando Francisca la detuvo y le indicó la cámara de la piscina a Matías. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">La imagen mostraba a Mabel, caminando hacia la piscina, sacó algo de su bolsillo y lo arrogó al agua. Francisca detuvo la imagen y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la acercó y vieron la cámara flotar cerca del agua.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿Qué hay en esa cámara?—Preguntó Matías para sus adentros.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Ha de seguir ahí, vamos.<o:p></o:p></span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">***<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías agarró el mosquitero para limpiar piscinas y agarró la cámara con éste. La dejó en el suelo, Francisca la agarró, empezó a apretar botones, algo desesperada.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Mierda, no funciona!—exclamó enojada.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Matías la tomó y empezó a inspeccionarla, entonces vio una pequeña ranura, la cual estaba vacía.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—La memoria no está—dijo con voz sombría.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—No tenemos nada por la cresta—Francisca estaba irritada, pero luego tuvo una idea—. El bolso de Matilde, sigue arriba, quizás haya en el algo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Matías asintió rápidamente con la cabeza, y ambos partieron corriendo hacia la escalera de caracol.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Francisca prendió la luz y señaló la habitación donde habían guardado todas las cosas de los invitados. En aquel momento solo quedaban<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dos bolsos, uno de lana de alpaca, con motivos típicos de la zona y el otro era una cartera de cuero fino. Para ambos resultaba obvio que ese era el de Matilde. La chica lo agarró, abrió el cierre y lo dio vuelta dejando caer todo al piso. Ambos se arrodillaron y empezaron a buscar. En aquel revoltijo se encontraban los maquillajes de Matilde,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un cepillo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>unas cuantas joyas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y su billetera, Francisca la inspeccionó y encontró lo que estaba buscando.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡Lotería!—exclamó mostrándole la tarjeta de memoria de la cámara de Matilde—. El problema ahora es cómo vamos a ver lo que contiene.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Tranquila, traje mi computador portátil, podremos verlas ahí—avisó Matías.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>— ¿Por qué lo trajiste?—preguntó Francisca mientras bajaban por la escalera.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Había pensado en quedarme a dormir—explicó Matías—. Además lo llevó siempre conmigo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Rápidamente fueron al auto de Matías, el cual estaba aparcado frente a la casa de Pablo, tomaron rápidamente el computador y se dirigieron a la habitación de las cámaras.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Matías prendió rápidamente el computador, conecto la tarjeta y empezó a revisar las fotos.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¡Increíble!—dijo pensativo, viendo las fotos—. Llama a Mabel, tenemos lo necesario para interrogarla<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">A los pocos segundos volvió Mabel, ésta entró tímidamente en la habitación. Matías le indicó amablemente la silla con ruedas, Mabel se sentó doblando <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las piernas y pegándoselas al pecho mientras las abrazaba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Recuerda, Francisca, tienes que ser extremadamente cuidadosa con Mabel, ella está muy traumatizada, recuerda que ella fue la primera en ver el cuerpo, seria mejor no exaltarla—aconsejó Matías en voz baja mientras Mabel se sentaba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—De acuerdo—confirmó Francisca. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Mabel parecía una niña pequeña en esa posición, el miedo relucía en sus pupilas, y quizás eso no era bueno, si ella era la asesina, podría cometer otro asesinato por un repentino ataque de nervios.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Dime, Mabel—Francisca se puso en cuclillas frente a Mabel—, ¿Cómo era tu relación con Matilde?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Bueno…—dijo mirando hacia abajo—… no era de las mejore…pero eramos amigas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">— ¿En serio?—inquirió Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Sí—respondió en susurros.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">—Que raro, nunca te vi en una fiesta, o en una de las muchas pijama party’s que ella hacia—Francisca se paró y se paseaba alrededor de Mabel con voz pensativa—. Es más nunca te vi con nosotras, pero aun así eras su amiga, ¿no?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sí—su voz sonaba temblorosa.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Mabel?—dijo Francisca poniéndose delante de ella—. ¿Recuerdas a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Princesa</i>, la perrita de Matilde?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sí, ¿Por qué la pregunta?—Mabel la miraba aterrada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Recuerdas cómo era, a pesar de ser tan pequeña, era más insufrible que el mismo diablo, pero aún así, Matilde la amaba y viceversa—Francisca se pasó al escritorio y se sentó—. La muy desgraciada murió hace dos meses, de vieja me imagino.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Algo supe.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Matías se acercó a Francisca, y le susurró:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿A que va todo esto?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>—Tranquilo ya voy a demostrar mi punto—dijo frotándose las manos—. Recuerdo un día en la casa de Matilde, ese día no me invitó a pasar al jardín, pero cuando subíamos a su pieza, pude verte en el living, con una pala y un escobillón, recogiendo uno de los “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">regalitos</i>” de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Princesa</i>.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Qué tiene que ver eso con todo esto?—preguntó Mabel.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Que no me parece que eso es lo que hace una amiga por otra—le espetó Francisca—. Una amiga ayuda a estudiar a la otra, le peina el pelo, le presta maquillaje, pero no le pide que recoja la caca de su perro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Francisca, para—dijo Matías enojado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Francisca sin embargo lo ignoro y continuó:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Le haces esos favores a todas tus amigas?—preguntó Francisca con insidia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¡No te importa!—gritó Mabel al borde del llanto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Oh claro que me importa—dijo acercando su cara a la de ella, haciendo que Mabel se hundiera en el asiento, luego se levantó y le mostro una grabación a Mabel de las cámaras, donde salía ella apoyada contra la pared por Matilde, en la imagen se podía ver cómo Mabel era sometida por la otra chica, y esta le gritaba, a pesar de que no había sonido, los gestos eran muy notorios—. Eso no creo que lo hagan las amigas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Por qué te tenia Matilde asi?—preguntó Matías con voz suave y extrañado de ver a su prima actuar así.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Mabel se quedó hundida en el asiento asustada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¡Responde, mierda!—gritó Francisca—. No te conviene mentirnos, tenemos algo que te puede perjudicar. ¿Te suenan esas palabras, Mabel?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—No—respondió con la voz quebrada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Pero me imagino que esto sí—tomó el computador de Matías y mostró una foto de Mabel con una pipa de marihuana, luego la cambio y se podía ver a Mabel botada en el piso con los ojos entreabiertos inyectados en sangre y con la boca entreabierta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¡Para!—chilló Mabel.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¡Por eso la mataste, ¿verdad?!—Bramó Francisca—. No podías aguantar que te chantajeara con subir estas fotos a Facebook, donde todos, incluso tu familia las vería… ¡Por eso la arrogaste al agua…!—movió unas teclas y se vio la imagen anterior donde Mabel arrojaba la cámara al agua de la piscina.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Mira bien, tarada—le espetó Mabel, en ese minuto exacto cuando Mabel arrogó la cámara, se vio caer el cuerpo de Matilde desde las alturas— ¡L o ves, lo ves!—gritó—. No fui yo, no fui yo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Mabel se paró de la silla y se dirigía a la puerta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Lo siento, Mabel— se disculpó Matías—. Perdónala, ella está muy afectada…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Porque está afectada ¿tiene derecho a tratarme asi?—se cubrió la cara con las manos y empezó a llorar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Mabel, yo…—dijo Francisca acercándose.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Tú quédate—le espetó Matías, mientras Mabel lo apretaba fuerte—. Ya me encargare de ti.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Está bien, la odiaba con todo mí ser, siempre abusó de mí, era su esclava y la de Britto, contenta, Francisca—gritó Mabel aferrada a Matías—. Pero no por eso soy una asesina.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Francisca se quedó sola en la habitación, y empezó a llorar de arrepentimiento. Se sentó en la silla del computador, y se cubrió la cara con las manos.<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Matías le puso un vaso de jugo de naranja a Mabel frente a ella, la chica lo bebió a gran velocidad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Estás mejor?—preguntó Matías.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sí—Mabel seguía cabizbaja—. Gracias por el jugo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Tranquila, para eso estoy.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Matías?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sí, Mabel.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Yo le robé la cámara a Britto—confesó.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">— ¿Cómo?—preguntó Matías incrédulo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Bueno yo…—en aquel momento se escuchó la puerta de arriba de la cocina la cual daba a un pasillo oscuro, de allí salió un chico que ocupaba unas zapatillas deslavadas, un pantalón negro, una chaqueta de cuero del mismo color y un sombrero, llevaba unas gafas y tenia la piel morena. Mabel apenas lo vio profirió un grito de espanto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Britto había entrado en la habitación cómo un alma en pena, tambaleándose y quejándose, se iba a caer al suelo y Matías lo detuvo. Justo en ese momento, cuando Francisca, Pablo y Constanza entraron en la habitación a Britto se le cayó de la chaqueta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un arma.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 22.0pt; line-height: 115%;">4: 54 A.M.<o:p></o:p></span></div>Matías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1516058587969306380.post-62036069195132329832011-04-01T16:59:00.000-07:002011-04-01T16:59:07.290-07:00Roberto Britto:<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Se me estaban acalambrando los pies cuando estaba esperando debajo de la mesa junto a Constanza. La cual transmitía una oleada de mala onda hacia a mí, casi la mayoría de la gente en esa habitación conocían mi infidelidad con Matilde Santamaría, quien pololeaba con Pablo Calvo. Él era mi amigo, pero no me importaba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Entre yo y Matilde había algo grande, algo más poderoso de lo que ella tenía con Pablo, yo sabía que ella me amaba a mí y solo a mí, por eso teníamos una relación perfecta donde sabíamos exactamente todo lo que el otro quería.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Los escuché entrar se dijeron algo lo cual no entendí mucho por hallarme un poco lejos de donde ellos estaban, que era la entrada de la casa. En menos de cinco segundos la luz se prendió y salimos todos de nuestros lugares y gritamos:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡SORPRESA!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pablo no sabía que decir, estaban a punto de corrérsele las lagrimas. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Oh mi <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chanchi</i>— le dijo Matilde a Pablo. La sangre me hirvió de manera inmediata con aquellas palabras de afecto hacia él, pero no hacia a mí, aún así estaba que estallaba cuando ella corrió a los brazos de él y le dio un largo beso. No podía aguantar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ver a la única persona que amo en este mundo en los brazos de otro hombre, pero yo sabía lo que Matilde se traía entre manos. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Mi niña, la más bella, quería conseguir enamorar a Pablo Calvo Gálvez, heredero de una de las familias más poderosas de Calama, incluso de Chile. El plan de mi amor era muy simple, quería enamorar al pobre infeliz, hasta el punto de casarse con él, robarle toda la plata, envenenarlo y así escaparíamos juntos por el mundo y tendríamos nuestros propios hijos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Después de que Mabel terminara de abrazar a Pablo seguí yo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Hermano, te quiero mucho y ojalá que lo pases muy bien!—le dije cínicamente. Creo haber querido a Pablo alguna vez, pero los celos de verlo con la mujer de mi vida me ponían cada vez más iracundo. Lo abracé fuertemente, no por afecto, sino por rabia, deseando que mis manos fueran boas que lo apretaran y le quebraran todos los huesos, así él moriría y yo seria feliz.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Quién podría pasarlo bien con unos cuernos como los suyos?—dijo Mabel en voz baja y mirando enojada hacia otro lado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Solté a Pablo y dejé que fuera a saludar a los demás invitados.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Dijiste algo, enana?—dije haciéndome el lindo, pero con un dejo de cinismo en mi voz.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Mabel me miró con sus hermosos ojos llenos de rabia. En si la chica era bonita sin importar su baja estatura. Tenía unas hermosas mejillas, uno labios delgados y pequeños unos ojos almendrados y un pelo ondulado y castaño. De no haber estado enamorado de Matilde quizás me hubiese metido con Mabel.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No nada, Roberto—dijo con voz cargada—.Y no me digas más enana que me carga.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pasó por el lado mío y me empujó con su pequeño hombro, la agarré del brazo y la devolví para que me viera a la cara. No aguantaría que la esclava de Matilde me tratase así, menos después del jugoso chantaje que le tenia. Le dije:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—No te conviene hacerme enojar, Orrego.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Ah si? ¿Tendría que temerte, Britto?—puso sus brazos en la cintura, resopló enojada y frunció el labio.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Claro que sí—encaré una ceja—. No creas que Matilde sea la única que ha visto las fotos, ni la única que tiene copias—de mi chaqueta saqué una cámara digital, luego se la pasé cerca de la cara para que pudiera verla—. En esto se puede ver exactamente como consumías marihuana, Mabel.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Mabel se quedó atónita en menos de lo que pensé, abrió completamente la boca y trató de alcanzar la cámara pero alcé el brazo sobre mi cabeza y ella no pudo agarrarlo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Pásame eso Roberto!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Mira, enana, debes ser más respetuosa conmigo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sino tus papitos se enteraran que su hija le hace a la maría—me reí a carcajadas de ella, pero el gocé no me duró mucho.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Sentí cómo algo se clavaba en mi estómago, casi tan agudo como un aguijón, pero más grueso, cuando abrí los ojos vi el puño de Mabel insertado en mi estómago.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Escúchame, tarde o temprano me vengaré!—se fue y me dejó ahí, no me costó mucho recuperarme del golpe, me paré y al instante escuché un gran aplauso. Posiblemente ya Pablito había terminado su maldito brindis y ahora todos los lame culos de sus amigos le aplaudían. Recordé a uno de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ellos el cual por haberse enfermado del estómago no pudo ir.<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Estaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bailando con Francisca cuando me llegó un mensaje.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Era de Matilde, decía:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“¿Por qué me estas evitando?”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me demoré en responderle.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Ya pues, más vivito!—dijo Francisca mientras bailábamos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Sabes? Debo responder, ¿Por qué no bailas con otro?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—A puta el huevón fome—dijo y se fue a bailar con un chico no muy alto, de cutis claro, de rictus inexpresivo y pelo castaño oscuro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me alejé cerca de unos arbustos y empecé a llamar a Matilde, la cual, a pesar de que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estaba solo al otro lado del jardín, pero en ese momento estaba con Pablo quien fue llevado del brazo por Constanza hacia el interior de la casa. La llamé y ella contestó mirando hacia otro lado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Aló—dijo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Porque me pone enfermo verte cerca de ese imbécil—dije sin temer denotar mi rabia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Pero, Roberto—dijo suave y muy delicada—. Yo te amo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Con solo pronunciar esas dos palabras toda la rabia que tenia desapareció.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Amor quiero estar contigo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ahora-me dijo con voz suave-. Ve al baño del segundo piso y espérame, que nadie te vea.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me colgó y yo rápidamente, y con extremo cuidado partí hacia el baño, desvié la ausente mirada de Mabel, luego en la casa esperé que la chica de pelo castaño, aquella que se llamaba Paula se fuera al living y que Francisca entrara con su amigo a la cocina para subir muy rápido la escalera. Me guié a tientas por el camino del pasillo a oscuras y llegué al baño de Pablo. Era grande espacioso de baldosas verdes y con un gran espejo donde el imbécil debía de regodearse cada vez que se miraba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Habré esperado a Matilde sus diez minutos cuando llegó apenas tuve tiempo para decirle.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Amor…—se abalanzó sobre mi como nunca lo había hecho. En menos de unos minutos ya nos habíamos desnudado y yo estaba penetrándola contra la pared de baldosas verdes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Después de eso ya perdí la cuenta en el amor en el que estábamos sumergidos, entre los besos y los cambios de posiciones entonces pasaron los peores momentos de mi vida.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡Es que no puedo creerlo!—exclamó Pablo— ¿Cómo mierda me hacen esto?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me quedé helado me separé de Matilde, vi a Pablo parado en el umbral de la puerta mirándonos con odio, vi que algo se movió por debajo de él.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Tú, Roberto, el imbécil a quien más admiraba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Amor, déjame que te explique…—dijo Matilde histérica cubriéndose los pechos y el pubis.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Cállate mierda! ¡No quiero escucharte!—le interrumpió Pablo gritando.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Oye! ¡No le hables así! Es tu culpa que me prefiera a mi antes que a ti—le espeté molesto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>— ¡Escúchame bien maricón de mierda! ¡Tú no tienes ningún derecho si quiera a hablarme así en mi casa!—se acercó enojado y con el puño alzado, estaba enojado seria fácil derribarlo o golpearlo pero justo Matilde se interpuso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¡No! Pablo… ¡Yo te amo a ti, no a él!—gritó con los ojos llenos de lagrimas. Miró a Pablo y éste se fue rápidamente hacia abajo. Me quedé un rato enrabiado mirando el umbral de la puerta, hasta que me di cuenta que Matilde que se estaba vistiendo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">— ¿Qué pasa?—dije extrañado poniéndome el bóxer—. ¿No vamos a seguir?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me quedó mirando con una sonrisa irónica.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Claro, ¿también quieres una canción de cuna cuando nos quedemos dormidos en la cama de la mamá de Pablo, no?—su voz estaba elevándose—. ¿Tú eres imbécil o qué? Se acaba de ir mi fuente de plata y tú solo piensas en sexo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Pero amor, yo te puedo mantener—supliqué agarrándole el brazo para que no se fuera.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ella se zafó de un solo tirón.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—Por favor no me hagas reír—dijo soltando unas risotadas—. Roberto, tú no tienes donde caerte muerto y hablas de mantenerme. Date cuenta que solo fuiste uno más que estuvo en mis sábanas— apenas me dijo eso sentí cómo el mundo se me caía encima. Matilde se fue sin mas rápidamente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Cuando por fin pude reaccionar me agaché a buscar mi polera, entonces sentí como algo me golpeaba la cabeza y perdí el conocimiento.<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">—…Se está despertando—escuché cuando traté de incorporarme, entonces vi la suela de un zapato y me golpeó en la cara, entonces volvi a caer inconsciente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Papyrus; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Escrito por Matías Mayork.<o:p></o:p></span></div>Matías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1516058587969306380.post-50668881181894854212011-03-28T17:00:00.000-07:002011-03-28T17:01:26.794-07:00Capitulo 2:<h1 align="center" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 22pt; font-weight: normal; line-height: 115%;">2:00 A.M.<o:p></o:p></span></h1><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pablo se zambulló en el agua de la piscina la cual estaba medianamente cubierta de sangre. Mientras tanto, Constanza lo miraba con un cierto aire consternado, dado que Pablo se había metido al agua para sacar el cuerpo de Matilde, su amada. Al mismo tiempo, Mabel, la chica menudita que los había señalado a todos, incluso a ella, como culpables, se apoyaba en el marco del ventanal y tras ella, en el pasillo oscuro que conectaba el living con el ventanal Francisca Vargas discutía con Matías Mayork.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Pero ¿Por qué no?—replicó la chica algo molesta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Porque eres una menor de edad aún—le dijo Matías enojado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Solo tienes un años más que yo— le espetó Francisca sin miedo de demostrar sus emociones.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Amiga, no importa la edad—dijo con voz triste y baja—. Acá estamos tratando con un asesino peligroso—la tomó de los hombros—. Si mató una vez, puede volver a matar, yo ya perdí a mi prima y no quiero arriesgarme a perderte a ti, eres mi mejor amiga, Panchi y aún eres una niña.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —No me digas, niña.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Eso es lo que eres, Francisca—se separó de ella.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Sabes que no podrás resolver esto solo—declaró la chica encarando una ceja—. Tú necesitas ayuda, y yo te la puedo dar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Gracias, pero no—dijo con voz dura, dado que empezó a recordar—. Además que no se te olvide que Mabel los señaló a todos como sospechosos. ¿Por qué no podrías haber matado tú también a Matilde?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Porque no lo hice y punto!—gritó Francisca—. ¡Matilde era mi mejor amiga, jamás le hubiese hecho daño!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡¿Entonces por qué no llamaste a la policía, Francisca?! ¡Has dejado a mi prima congelarse en esa inmensa piscina por más de una hora y todo porque no eres capaz de admitir tu error!—la voz de Matías se elevó lo suficiente y Francisca se quedó pegada a su sitio disimulando el miedo que tenia tratando de contener su cara. Matías se dio cuenta de su error—. Francisca yo…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡No!—exclamó la chica, haciéndole un gesto con la mano para que no siguiera hablando—. Te demostraré que soy inocente, amigo, y que puedo serte de ayuda en este caso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Matías vio que no tenia caso seguir. Miró hacia el pasillo y vio a Mabel apoyada en el marco del ventanal y a lo lejos a Constanza, mirando a Pablo en la piscina. Había algo raro, no le calzaba el porqué según Mabel podían ser todos sospechosos del mismo crimen. Dubitativo, pero sin más a quien recurrir se dirigió a Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Oye—le tocó el hombro, ella se volvió con la boca entre abierta y con una mirada desafiante y glacial.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Qué?—respondió, fríamente, Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> El chico, quien había detectado el estado de ánimo de su amiga, consecuencia de la discusión de hace un minuto, decidió no recalcar en eso y fue directamente a lo que le interesaba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Quién crees que pudo haber tenido más motivos para matar a Matilde?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Francisca rió secamente un poco.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Ah! Así que ahora quieres mi ayuda—replicó Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Vamos, lo siento!—se disculpó, Francisca lo miró de pies a cabeza respirando enojada—. No quiero que a nadie más le pasen cosas malas, por eso te dije eso— se quedo mirando a la joven esperando una reacción—. Es para saber quien le hizo esto a Matilde y quedarnos tranquilos. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> La chica cambió un poco su expresión, se tomó una pausa, respiró profundamente con los ojos cerrados, luego los abrió y respondió:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Mi orden es el siguiente—dijo recuperando su voz de siempre—. Pablo, Mabel y Constanza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Por qué?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —No te conté, pero Pablo vio a Matilde teniendo sexo con Roberto Britto una media hora antes de que se cometiera el crimen.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> En la mente de Matías empezó a recordar a Britto, un amigo de él desde el año pasado y que se habían invitado a su casa un montón de veces y que mantenía una gran amistad con su prima Matilde...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Eso podría haber enojado a Pablo—dijo—, luego con la rabia acumulada decidió matar a Matilde por la vergüenza que suponía ser el cornudo en su propia fiesta de cumpleaños.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Ya…—Matías analizó la posibilidad y no quedaba fuera de lo que podría haber ocurrido—. ¿Qué hay de las demás?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Mabel—susurró en voz baja para que la aludida no escuchara— estuvo discutiendo con Matilde, le pidió que vigilara que Pablo no subiera, Mabel se negó, pero Matilde la amenazó con subir unas fotos a Facebook.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Qué fotos?—inquirió Matías en susurros, encarando una ceja y mirando a Mabel y luego a Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —No lo sé—respondió la chica mirando preocupada a Mabel—, pero a mi parecer deben ser algo demasiado personal para que se ponga así, y acepte la extorsión de Matilde y…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Para!—exclamó Matías—. No te permitiré que hables así de Matilde, ella nunca fue una extorsionadora.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Abre los ojos, Matías!—replicó Francisca moviendo las manos—. ¡Matilde tuvo que haber hecho algo malo para que la matasen!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Mi prima no hizo nada!—declaró Matías—. ¡Ella era INO-CEN-TE! ¡Me sorprende que hables así de ella, era tu amiga!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Si era tan inocente, porque todos tenían motivos para matarla?—inquirió la chica. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Matías le iba a decir algo, pero en ese momento Mabel los interrumpió.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Chicos?—llamó Mabel—. Perdón si los molesto, pero Pablo necesita la ayuda de Matías para entrar a Matilde.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Matías asintió y partió a ayudar a Pablo, estaba cubierto de sangre, por haberse zambullido en la piscina, aun asi no paraba de llorar la perdida de Matilde. Constanza lo abraza por atrás para consolarlo. Matías quien no pudo aguantar ver a su prima asi, tambien rompió a llorar, pero juntos, él y Pablo, entraron el cuerpo de Matilde al lavadero, donde lo dejaron encima de una mesa.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">***</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Creo que te haría bien un baño Pablo y un cambio de ropa—sugirió Constanza tocándole el hombro a Pablo, éste estaba tapado de la cintura para arriba con una frazada. El chico estaba cubierto de sangre desde la cabeza a la cintura, básicamente parecía sacado de una película de terror, además de que no paraba de llorar por la pérdida de Matilde, haciendo de su cara una repugnante máscara de una mezcla viscosa entre lagrimas y sangre.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡No, no, no quiero separarme de ella!—exclamó Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías tocó el brazo del chico con fuerza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Vamos, Pablo—trató de poner una voz confortante, pero no le resultaba-. Matilde no querría verte asi. Vamos te acompañare a tu habitación para que te cambies de ropa.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Le pidió a Constanza que se quedase con las chicas mientras él acompañaba a Pablo. Básicamente lo que Matías quería era ver si en una conversación más relajada podría sacarle una información importante al pololo de su prima, pero no podría hacerlo si éste tenía la cara llena de sangre. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pablo caminaba por los pasillos de la casa como un alma en pena acompañado por Matías a su lado quien no sabía cómo entablar la conversación. Quería dárselas de detective, pero no era tan sencillo como en las películas se mostraba, además de que estaba demasiado dolido con la pérdida de su prima y estaba furioso con todos en esa casa por no dar la cara con respecto al asesinato de Matilde Santamaría.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pablo prendió la luz del pasillo del segundo piso cuando llegaron a éste. La luz dio a conocer un corredor de puertas negras, de madera de ébano, y unas paredes blancas como la cal, en ellas colgaban numerosos retratos de la mujer más importante de chile, Ana María Gálvez, y en algunos estaban sus hijos, Pablo y su hermana. ¿Sabría ella acaso que en ese momento, mientras ella trabajaba en Europa, su casa se había vuelto el escenario de un brutal crimen? ¿Sospecharía que si los medios se enteraban de este atentado su carrera de mujer de negocios se iría por el baño?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pablo sacó de su guardarropa una camisa limpia, unos pantalones oscuros y un nuevo par de zapatillas. Partió a su baño privado, cerró la puerta y abrió la llave, dejando a Matías solo en la habitación. Éste echaba un vistazo a todas las cosas que había en la habitación, en su velador había una foto de Matilde, la cual miraba sonriente al horizonte con un árbol de fondo. Matías respiró hondo, cerró los ojos y empezó a rememorar buenos tiempos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Pablo se demoró varios minutos en la ducha, Matías mientras lo esperaba estaba reponiéndose de la perdida, tendría que ser fuerte, si quería ser el que descubriera quien era el asesino de su prima.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Por qué Mabel te señalo como sospechoso?—Matías miró a los ojos a Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Mabel? ¿Mabel me señaló como sospechoso? ¡¿Y tú le crees?! ¿Acaso no me acabas de ver? ¡¿Eres idiota?!—dijo Pablo con una rabia exagerada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—</span><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Cálmate, bájame el tono—dijo Matías sereno manteniendo un rictus inexpresivo—. Solo pregunté, no te estoy diciendo que seas el asesino, Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Después de una pausa Pablo volvió a la calma y de pronto todo tuvo lugar.</span><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Vaya...No pensé que Mabel me haría esto. Ella sabía—dijo calmadamente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué sabia, Mabel?—preguntó Matías encarando una ceja.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Ella sabía que Matilde me engañaba con ese imbécil!— respondió dejando su calma atrás.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Mentira, mentira— Matías se exaltó—. ¡¡¡Cállate, eso no es verdad!!!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Vamos, Matías! ¡Tu prima no era para nada una santa! —casi gritando intentó hacer entrar en razón a Matías— ¡Yo mismo los vi! ¡Con mis propios ojos mientras se follaban en el baño!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías le dio una bofetada.</span><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—CÁLLATE ¡MIERDA!—gritó Matías.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Mira, Matías, Yo amaba a tu prima la amaba como no he amado a nadie. Pero ella me engañó... —dijo volviendo a su calma—. Con unos de mis mejores amigos. Y cuanto antes asimiles eso. Más pronto descubrirás quién lo hizo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—</span><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Bueno, entonces está claro para mí—Matías rio secamente—eres tú, Pablo, tu eres el asesino de mi prima—el chico lo tomó del cuello de la camisa—tú la mataste, huevón.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b><span style="font-family: 'Lucida Calligraphy'; font-size: 20.5pt; line-height: 115%;"> </span></b><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pablo empujó a Matías contra la pared. Entonces Matías lo soltó.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Estaba con Constanza imbécil. Ella me estaba consolando. Habla con ella. La persona a la que deberías estar acusando es a Britto. ¿Me escuchaste bien? <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías decidió salir de la habitación y respirar un poco, estaban los dos muy alterados, nada sacaban con seguir discutiendo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Apenas salió de la habitación de Pablo, Matías sintió una brisa helada que le calaba los huesos, la cual provenía de una puerta entre abierta que estaba frente a él. Se acercó lentamente, temiendo encontrarse con algo al otro lado de aquella puerta capaz de hacerle daño. Quizás allí estuviese el asesino…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Quién habrá podido haberle hecho esto?— dijo Francisca, melancólica viendo el rostro de Matilde. La habían dejado en una mesa en el lavadero, el clima seco de Calama le había secado toda la humedad de su cuerpo, sus ojos, verdes y ausentes, miraban al techo, su boca estaba entreabierta, quizás habia tratado de soltar un grito o esa era una cara de sorpresa ante la persona que le disparó, habían colocado sus brazos alrededor del pecho y sus piernas estaban estiradas. Todo su cuerpo estaba cubierto de heridas, aparentemente alguien había maltratado a Matilde antes de pegarle el tiro. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —No puedo creer que la hayan sacado de la piscina—replicó Constanza—. Nos va ir mal cuando llegue la policía.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿La llamaron?—inquirió Francisca, sorprendida.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —No…—murmuró Constanza apoyándose en el umbral de la puerta que conectaba la cocina con el lavadero, se arregló un mechón que la incomodaba y volvió a hablar—. Pero tarde o temprano habrá que hacerlo, ¿Cierto?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Veo que no tienes miedo—insinuó Francisca, encendiendo un cigarro que había sacado de la cajetilla que estaba en el bolsillo de su polerón.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Miedo a qué?—Constanza se inclinó un poco hacia delante.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Francisca tomó un banquillo donde se sentó, mientras botaba las cenizas al piso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Miedo a que se descubra toda la verdad—respondió Francisca irónica, luego volvió a aspirar de su cigarro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Claro, yo sé que no hice nada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Segura?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Sí.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿De verdad?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡¿A que va todo esto, Francisca?!—exclamó Constanza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—A que no confío en nadie acá—la miró de reojo con expresión seria—. Alguien de los que está en esta casa mató a mi mejor amiga y no descansare hasta descubrir quien fue.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Y por qué te vas en contra mío inmediatamente?—Constanza se acercó a Francisca quedando cara a cara la una de la otra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Se te olvida —dijo poniendo los brazos en jarra—que tú, minutos antes de su muerte agrediste a Matilde y la insultaste?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Constanza se quedó callada unos instantes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Eso no quiere decir nada—tartamudeó y luego volvió a recuperar su voz normal, se alejó de Francisca y la miró por encima del hombro con expresión cuidadosa—. Estaba enojada en ese minuto, pero después me calmé y ahora estoy bien.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Aún así no te vi cuando ocurrió el crimen—declaró Francisca jugando con el único aro que le quedaba en su oreja derecha.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Yo tampoco te vi y no por eso te estoy acusando, ¿cierto?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Constanza, después de esa declaración se dio la vuelta y salió hacia la cocina.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Francisca frunció el labio y siguió jugando con el aro hasta que éste se soltó.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Mierda, ya van dos en esta noche!—dijo molesta y se agachó a recogerlo, vio que rodaba por debajo de una puerta de madera, Francisca se acerco a ver y vio que la puerta despedía desde abajo un brillo fantasmagórico— ¿Qué es eso?—se paró y abrió la puerta— ¡no puede ser!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías abrió la puerta con cautela, estaba todo oscuro, se sentía una fuerte brisa glacial al entrar, apenas asomó su cabeza por la puerta entreabierta. Con su celular alumbró la pared y descubrió un interruptor, luego la habitación se llenó de luz, en el suelo se veía una piedra de cuarzo de gran tamaño ensangrentada, una silla volcada, unas cuerdas botadas por aquí y por allá, y varias salpicaduras de sangre, a lo lejos se veía una inmensa ventana trisada con todos sus vidrios, desde allí unas cortinas blancas flotaban con el viento y dejaban ver la luz que despedía la piscina.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Matías entró en la habitación, sin antes fijarse que muy cerca de la piedra de cuarzo estaba una manopla negra, de fierro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Quizás con esto le hizo esas heridas?—susurró el chico para sí mismo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Mati, Matías!—se escuchó el grito ansioso de Francisca— ¡Mati, Mati!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> El chico salió al pasillo y vio a la chica acercarse corriendo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Qué pasa, Panchi?—la chica lo tomó de la mano y empezó a llevarlo a la fuerza hacia la escalera.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Encontré algo increíble!— exclamó emocionada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Yo también encontré algo—anunció Matías— y quiero ir a verlo antes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No creo que tu hallazgo sea mejor que el mío—dijo Francisca arrastrando a su amigo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿A si?—dudó Matías—. Encontraste la habitación donde ocurrió el crimen.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Francisca se detuvo secamente, se volteó y miró a Matías con los ojos cómo plato y la boca entreabierta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿En serio?— preguntó incrédula.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Sí, sí, sí!—ahora Matías la llevaba arrastras por el pasillo, vieron que Pablo estaba entrando despacio al umbral de la puerta donde ocurrió el crimen.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡No puede ser!—exclamó la chica atemorizada recorriendo con cuidado todos los espacios de la habitación, mirando cada detalle—. Es obvio lo que ocurrió aquí —declaró Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías la observó encarando una ceja, su amiga entendió por aquella expresión que el chico quería una explicación.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Mira—apuntó a la piedra de cuarzo y a la manopla que estaban muy juntas—. Evidentemente ocupó u ocuparon ambas para golpear a Matilde.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Tienes razón!—inquirió Matías—. Con la roca de cuarzo pudieron haberla aturdido y con la manopla le hicieron esos moretones—tomó la manopla entre los dedos de su mano derecha.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¡Guárdala!—ordenó Francisca. Matías volteó la cabeza para verla—. Puede que nos sea útil para interrogar gente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Cómo?— el chico se paró y camino un poco, se coloco al lado de su amiga y juntos vieron la manopla—. ¿Quieres ocuparla para sacarle la verdad a puños a los culpables?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —No—respondió Francisca—, pero puede que alguien la reconozca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Hmmm…sí—Matías la volvió a examinar—. Hay algo raro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—El cuerpo de Matilde tiene muchos golpes y muchas heridas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Y?—preguntó Francisca mientras veía que Matías se ponía casi turnio al examinar la manopla. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Fíjate en la manopla—la colocó en las manos de su amiga.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Francisca demoró menos de un minuto en darse cuenta de lo que su amigo estaba hablando.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No hay ningún rastro de sangre en la manopla—observó mirando a Matías a los ojos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Exacto—dijo Matías—. Ahora lo que me pregunto es si ¿Habrán ocupado esta manopla para hacerle daño a Matilde? ¿Quién o quienes la ocuparon? y si no tiene ningún rastro de sangre ni nada…<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Por qué está aquí?—terminó Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías iba a llevarse la manopla dentro del bolsillo de su chaqueta, pero Francisca comenzó a sentir un aroma y lo detuvo, se acerco la manopla la nariz y empezó a olfatear suavemente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué sucede?—preguntó Matías.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Está en ella—dijo antes de olerla nuevamente—. Tiene rastros de un perfume.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué importa que tenga perfume?—preguntó Matías escéptico.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Este perfume es de mujer—explicó Francisca—. Y eso quiere decir que Constanza o Mabel son dueñas de la manopla.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Y por que no pudiste haber sido tu, Francisca?—preguntó Matías cruzándose de brazos y parándose derecho. Era dos veces más alto que Francisca. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Ya te dije—respondió Francisca—, porque eramos mejores amigas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No es una excusa—dijo Matías—. Mabel dijo que todos tenían motivos, dame los tuyos y quizás te crea.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Ah—suspiró Francisca y le relató a Matías toda la noche con detalles.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿En serio te amenazó con despedir a tu padre?—preguntó Matías con un rostro extrañado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Creí que eras su primo favorito—inquirió Francisca—. De seguro debías saber cómo es…era ella.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—La verdad es que solo cuando nos juntábamos éramos los mejores primos—respondió el chico—. Pero la conocía bien poco, a mí y a mi familia nos mostraba su faceta de chica aplicada, de futura dama de sociedad, pero no tenia idea de las cosas que ha hecho, mejor dicho que hizo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Mientras más conozco a mi gente más quiero a mi perro—dijo Francisca—. O eso dicen.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías soltó una breve sonrisa y volvió a analizar todo lo que le contó Francisca. Ambos estaban paseando por la habitación buscando detalles, pero ya era demasiado obvio que a Matilde la habían aturdido con la piedra de cuarzo, la amarraron a la silla, luego la golpearon, posiblemente con la manopla, o quizás a puño limpio, luego pudo desatarse y trató de huir, pero su asesino alcanzó a pegarle el tiro justo en medio de la frente, luego el cuerpo inerte se tambaleó, cayó de espaldas, quebró la ventana y rompió el ventanal, cayendo desde allí a la piscina, también habían descubierto por la ropa que vieron en el armario, y por las fotografías que había en las repisas y por el tamaño de la cama que esa era la pieza de la mamá de Pablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Oye?—dijo Matías mirando a Francisca.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué era eso que me querías mostrar?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Ah, sí!—exclamó Francisca—. Ven, ven, nos será de mucha ayuda.<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">***<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No puede ser—dijo Matías apenas entró en la habitación, era un cuarto con un gran escritorio con un monitor que en su pantalla mostraba cuatro distintos lugares de la casa, el jardín que enfocaba la piscina y un poco más del patio trasero, la cocina, el pasillo que esta junto a las escalera y la puerta de entrada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Dime, que esa cosa esta grabando—Matías estaba emocionado, esto podría acercarlo cada vez más a la respuesta de quien mató a Matilde.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Sí—respondió Francisca y corrió a apretar un interruptor, luego de que la habitación quedase iluminada por una ampolleta de ahorro energético que colgaba de un largo y delgado cable, partió a sentarse en una silla con pequeñas ruedas y se sentó frente al monitor que estaba conectado a un mousse y un teclado—. Mira—dijo haciendo una seña a Matías, éste agarró un banquillo y se sentó al lado de su amiga.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Francisca empezó a presionar teclas y mover el mousse en un complicado ballet que Matías no alcanzó a dimensionar, cosa que en menos de un minuto se veía la imagen de Mabel abriendo la puerta a todos los invitados de la fiesta sorpresa. Eso era en el cuadro inferior derecho de la pantalla que enfocaba a la puerta de entrada. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Esto es oro!—declaró Matías acercándose a ver los otros cuadros que enfocaba el monitor y empezó a ver cómo la gente entraba y empezaba a convivir en los inmensos salones de la mansión Gálvez—. ¿Cómo sabes manejar esto?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Tenemos prácticamente el mismo equipo de vigilancia en mi casa—respondió la chica haciendo adelantar las imágenes de los distintos cuadros—. Vamos a dirigirnos al minuto exacto en que todo ocurrió.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Estabas pendiente de la hora en que ocurrió el disparo?—preguntó Matías mirando a su amiga, la cual estaba perdida en las imágenes de las cámaras.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No, pero la cámara captó el minuto exacto en que Matilde cayó. Mira justo ahí—Francisca detuvo la imagen y se pudo ver la imagen como cuerpo de Matilde levitaba cerca de la piscina, y en la parte inferior del cuadro marcaba la fecha y la hora en que ocurrió el asesinato: “Date: 08/12/11… Hr: 12:20 A.M.”—. Y mira, fíjate en los demás cuadros, todos estaban detenidos, y mostraban la casa vacía, salvo el de la puerta de la entrada donde se podía ver a Francisca sentada en la escalera de la puerta de la entrada—. Calculo que se produjo diez minutos antes de que Mabel gritara—dejó correr la imagen silenciosa y se vio cuando el cuerpo se zambulló y Mabel se acercó al borde de la piscina a verlo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Y que pasó en los diez minutos anteriores a que cayera el cuerpo?—preguntó Matías.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Veamos—dijo y apretó una tecla que hizo rebobinar todos los cuadros. Ahora la piscina estaba vacía, en la cocina estaba Constanza, y en el pasillo estaba Mabel quien tenia entreabierta la puerta de entrada, y en la cámara que enfocaba la parte de afuera de esta puerta aun se veía a Francisca con el rostro oculto en las manos. Luego, por detrás de Mabel se vio pasar a Matilde la cual subió rápidamente las escaleras de caracol.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Después Constanza hablaba con Mabel y esta le pasaba algo en las manos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué es eso?—preguntó Matías acercándose a la imagen.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Hay una manera de saberlo—Francisca empezó a teclear con cuidado y luego la imagen de la cámara que enfocaba el pasillo y la escalera se agrandó, después presionó tres veces la misma tecla y esta empezó a expandirse y se acercó cada vez más a las manos de Mabel y de Constanza. La imagen mostraba cómo la chica menudita le pasaba la manopla de fierro a la otra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Son cómplices—declaró Francisca—. Quizás estaban de acuerdo—se paró y golpeó el escritorio—. ¡Esas maracas mataron a Matilde! ¡Las mataré ahora mismo!—la chica se paró y se dirigió a la puerta pero Matías se interpuso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Cálmate por favor, Panchi!—gritó Matías cerrándole el paso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Por favor, Matías ya está claro que fueron ellas!—intentó pasar pero Matías—. Ahora mismo encararé a esas perras.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías la agarró de los hombros y la zarandeó.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Hazme el favor de calmarte!—gritó Matías—. No tenemos pruebas, seria contraproducente hacer eso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Francisca se calmó pero seguía con ira reprimida, entonces golpeó a Matías con su puño en el estómago.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Ah!— se quejó Matías—. ¿Por qué hiciste eso?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Perdón tenía que sacarme esto del pecho–dijo Francisca—. Muy bien vamos— dijo y agarró a Matías de la mano.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿A dónde?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—A interrogar—dijo Francisca—. Hay que hacer algo, ¿no crees?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Sí, tienes razón—al responder Matías fue llevado de la mano por francisca al lavadero donde aun estaba el cuerpo inerte de Matilde.<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 22pt; line-height: 115%;">3:15 A.M.<span class="Apple-style-span" style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>Matías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1516058587969306380.post-84274429551050160532011-03-21T17:01:00.001-07:002011-03-27T19:28:27.181-07:00Francisca Vargas<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Papyrus;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 19px;"><br />
</span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Antes, mucho antes de que todo empezara me escondí detrás de un sofá, a mi lado, se hallaban Javier y Paula, quien trataba de contener la risa.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;"> — ¡Ay que soy pava!—exclamó Matilde desde la entrada de la casa de Pablo—. Amor, se me olvidó prender la luz ¿Préndela?<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;"> Vi cerca del sofá los tacones negros de Matilde y sus piernas blancas como la leche.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;"> Apenas la luz se prendió todos salimos desde nuestros lugares y gritamos:<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;"> — ¡SORPRESA!— salí de mi escondite y vi cómo salían todos los demás invitados y amigos de los sillones y butacas.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Pablo estaba pálido y anonadado de sorpresa, no podía creer que en esa habitación estuviésemos todos. Aunque seria muy estúpido si pensara que sus amigos no le haríamos una fiesta sorpresa.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—No sé que decir—dijo emocionado.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Oh mi <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chanchi</i>—dijo con voz tierna Matilde, y partió a besarlo en los labios.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;"> Se despegaron, cosa rara, dado que Matilde, a pesar de ser mi mejor amiga, era demasiado lujuriosa y a veces casi no hablaba con Pablo, sólo lo besaba. Y aunque la chica más popular de colegio dijese que era una relación seria todos sabíamos que había algo más algo que quería de ese chico. No creo que sea su aspecto, es delgado, alto y su pelo parece una virutilla color café, tenía que haber algo más, quizás fuera la inmensa fortuna que la madre de Pablo había amasado durante años.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;"> Pablo en si era buena persona, simpático, tenia temas interesantes de que hablar, de vez en cuando. No es que sea su gran amiga, es más, un amigo mío me invitó a esta fiesta sorpresa, pero él se enfermó en último momento y no pudo venir, aunque a mi amigo siempre le pasan esas cosas, tiene la peor suerte del mundo y me encanta molestarlo con eso. En fin.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Me pasé por entremedio del sofá para ponerme a la cola, para felicitar y saludar a Pablo por su cumpleaños. Creo haber sido una de las últimas que lo saludó, nos abrazamos felizmente y luego nos separamos.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Recuerdo que después todos salimos al jardín de la casa de Pablo, era precioso, tenía una inmensa piscina, varios arbustos y césped.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Luego Pablo dijo unas Palabras que todos escuchamos con atención.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;"> <o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—He vivido mucho durante mi vida, mucho bueno y mucho malo. Y durante mucho tiempo no tuve amigos verdaderos, que estuvieran siempre conmigo. Sin embargo me siento afortunado y confiado de decir que hoy, los tengo. Y que los quiero muchísimo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">>> Matilde. Mi amada Matilde, eres lo mejor que me pudo haber pasado, creo que sin ti, mi vida en este momento no tendría mucho sentido. Me has enamorado completamente y espero que jamás te alejes de mí.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Pablo estaba a punto de soltar unas lágrimas, pero se retuvo. El resto de la velada fue, bailar, beber alcohol y tratar de engañar el penetrante frío del norte de Chile.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">En toda la fiesta habré bailado, tres horas seguidas sin parar, primero con Mauricio, pero como no sabía bailar al cien por ciento, lo cambié por Mirko, luego fui con Roberto Britto uno de los mejores amigos de Pablo, pero éste. en un rato le prestó más atención a su celular que a mi así que lo dejé. Al final, terminé con Javier Pizarro uno de mis mejores amigos. Estábamos tan cansados de bailar, que nos fuimos a sentar en un sillón del living. Antes pasamos a la beber algo, vimos a Constanza, la ex de Pablo, hablando con él en la barra de la cocina, Javier sacó unas cervezas, y nos fuimos sin molestar. Por sus caras pudimos deducir que no era nada divertido lo hablaban.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Cuando íbamos de regreso al living, se me cayó un aro, me agaché a buscarlo, Javier se fue sin ayudarme, dado que sus padres estaban fuera de la lujosa parcela de Ana María Gálvez. Lo único que hizo fue despedirse de mí con un beso en los labios y se fue dejando la cerveza no sé donde.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Volví a buscar. A tientas llegué a un pasillo que estaba a oscuras y escuché hablar a Matilde.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Lo vas a distraer, él no puede subir, ¿me entendiste?— ordenó Matilde, me quedé callada y escuché.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—No, yo estoy harta de las mentiras—exclamó Mabel, una chica menudita, de baja estatura de ojos grandes y almendrados, con un pelo ondulado y oscuro. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Me importa una mierda, si estas harta o no—dijo Matilde desafiante—. Si Pablo sube, ten por seguro que mañana mismo me encargo de publicar las fotos que tú y yo sabemos, en Facebook. Que tragedia para la familia Orrego una hija que se dedica el tiempo libre a…—<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¡Ya, está bien!—gritó Mabel resignada.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Así me gusta, eres una chica buena Mabel—escuché los pasos de Matilde, me adentré en el otro pasillo oscuro, evitando que me viera.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Ella subió la escaleras de caracol que iban al segundo piso.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">No sé porque pero quise averiguar que pasaba y subí. Por suerte Mabel miraba en dirección a la puerta que conectaba la cocina con el pasillo donde ella estaba, pero no podía ver el resto, así que me fue fácil subir sin hacer ruido.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Cuando llegué arriba vi una luz saliendo de una puerta. Me acerqué con sigilo, pegada a la pared, y di gracias de que la alfombra fuese tan mullida dado que ni siquiera yo escuchaba mis pasos, llegué al borde de la puerta y vi algo que me dejó impactada.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Matilde estaba contra la pared, completamente desnuda y Britto- también desnudo- la tenia contra la pared haciéndole el amor.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Oh, oh, oh—gemía Matilde, y arañaba con sus uñas los glúteos de Britto, uno de los mejores amigos de Pablo—. No sabía las ganas de tenerte así que tenía.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Eres una chica ¡SUCIA!—decía excitado Britto.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">No pude aguantar, me di la vuelta caminé un poco y en la oscuridad choqué con alguien.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¿Panchi, qué haces aquí?—acostumbre a mis ojos a la oscuridad y vi a Pablo parado frente a mí.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Yo...Pablo no dejaré que te caguen, ni que te hagan huevón—dije determinada—. Sígueme.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Hicimos el mismo trayecto hace el baño. Volví a mirar por el borde de la puerta, y vi a Matilde estirada con las manos sobre el lavamanos y Roberto penetrándola por detrás.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¡Es que no puedo creerlo!—exclamó Pablo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Me quedé helada, no pensé que fuese a reaccionar, mucho menos a decir algo. Por mis nervios tropecé y quedé a la vista de todos.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¿Cómo mierda me hacen esto?—preguntó Pablo—. Tú Roberto, el imbécil a quien más admiraba-.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Decidí dejar que Pablo descargara su pecho y me fui. Había hecho mi buena obra del día.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">***<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Había estado hablando con Paula, le había contado lo ocurrido, y ella no podía creer que Matilde hiciese eso. Estábamos en la cocina hablando del mismo tema cuando en la habitación entraron al mismo tiempo Constanza y Matilde, por puertas distintas.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¡Maraca!—gritó Constanza, se abalanzó sobre Matilde tirándole de las mechas— ¡No te basta con haberme quitado a mi pololo! ¡También tenias que tirarte a mi mejor amigo!<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Nos adelantamos y separamos a Constanza, quien fue llevada al baño por Paula, dejándome a mí y a Matilde solas. Me disponía a salir tras de mi amiga, pero Matilde me agarró del brazo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Nos quedamos mirando cara a cara.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Me las vas a pagar, mala amiga—me dijo apuntándome con el dedo índice izquierdo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¿Y por qué se puede saber?—dije desafiante corriéndole el dedo de un manotazo—. Por haber sido sincera, Mati, ¿por eso?<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—No por, hocicona, ya vas a ver.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¿A si? ¿Qué me harás, divulgarás secretos míos por el colegio?—dije encarando una ceja.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— Que no se te olvide que mi viejo, es el jefe del tuyo, y por haberte puesto insolente conmigo, mañana mismo tú y tu familia se va a la calle sin ningún peso—. Gritó, y luego calmó su voz, cómo haciéndose mi amiga—. Créeme Francisca, no te conviene tenerme de enemiga.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Sin más se fue.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">¿Qué se cree? Venir a amenazarme, después de todos estos años de amistad… ojalá se muera.<o:p></o:p></span></div><div align="center" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">***<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Estaba sola esperando que mis padres llegaran por mí, y no paraba de llorar de rabia. Lo hacía porque sabía de lo que era capaz Matilde por conseguir lo que quiere, y si en sus planes estaba cagar a mi familia financieramente lo iba a hacer.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">En ese momento estaba sentada en los peldaños de la escalera que daba hacia el jardín delantero, por el cual había un camino de ripio por donde los autos cruzaban desde la reja hasta la casa de Pablo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Estaba calmada, por fin había parado de llorar, cuando se escucharon tres ruidos desgarradores. El primero fue leve, el segundo es idéntico cómo cuando se escucha el vidrio destrozándose, y el último fue un grito desgarrador.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¿Qué mierda?— Corrí rápidamente hasta la parte de atrás de la casa, rodeándola, y justo allí estaba Mabel llorando y gritando cerca de la piscina. Y en el medio de ésta se podía ver algo flotando. Me acerqué rápido a contener a Mabel que no paraba de llorar y gritar.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¡Está muerta!— estaba demasiado descontrolada.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">—Mabel, Mabel, calma, calma—no reaccionaba así que le di un buena bofetada y se calmó, pero no dejó de llorar.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">— ¿Qué paso, aquí?—me di vuelta y vi a Pablo salir por el ventanal que conectaba el living con el patio, seguido por Constanza—¿Matilde? ¡Matilde! ¡No!—gritó Pablo desaforadamente al ver el cuerpo de Matilde en medio de su piscina.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: Papyrus; font-size: 14pt;">Escrito por Matías Mayork.<o:p></o:p></span></div><br />
<div><br />
</div>Matías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1516058587969306380.post-41422402605053688042011-03-14T16:59:00.000-07:002011-03-14T16:59:18.011-07:00Capitulo 1:<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Una inmensa y brillante luna se cernía sobre el cielo de la ciudad de Calama. A esas horas un Citroën Xara, gris, pasaba por un camino rural para llegar a la mansión Gálvez, una moderna casa gigantesca la cual habían encaramado en una colina donde extrañamente sí crecía el pasto, aun que eso era raro porque estaba ubicada muy lejos del rio. En el auto venia un chico llamado Matías Mayork Cané , delgado, de test morena, con ojos café oscuros, dedos de artista, un pelo liso desordenado que le llegaba hasta el cuello, iba vestido con unos jeans, unas zapatillas <i>Converse</i> negras, una camisa blanca y una chaqueta negro. En el asiento del copiloto había un gran paquete envuelto en un papel de regalo azul marino centellante, el cual contenía una botella de licor de menta, el favorito de Pablo Calvo, uno de los mejores amigos de Matías, quien aparte estaba saliendo con su prima, Matilde Santamaría Cané.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Matías iba a la fiesta sorpresa de Pablo, algo atrasado dado que se había indigestado el día anterior, pero ahora se sentía mejor así que decidió ir tarde a darle el regalo a su mejor amigo y de pasadita saludaría a su prima que, a pesar de vivir en la misma ciudad, se veían muy poco.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Su auto se adentró en la oscura propiedad de la mujer más millonaria de Chile, la madre de Pablo, y dejó una polvareda por el camino de tierra que unía la reja de entrada con la casa. Fijó su vista y vio que las luces de la mansión seguían prendidas, quizás no había llegado tan tarde y podría gozar de la fiesta aún.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Se estacionó cerca de la casa, luego se bajó, llevó el regalo consigo y lo oculto tras su espalda, fue hacia la puerta y la empezó a tocar, pero no hubo respuesta, entonces se dio cuenta de que estaba abierto y se escuchaban algunas voces, aparentemente sostenías una discusión acalorada. Apenas asomó la cabeza algo lo haló al interior de la casa, lo que lo había invitado, bruscamente, al interior de la casa había sido una chica delgada de pelo negro y ojos oscuros, tenía la piel bronceada y no era más alta que él, lo miraba nerviosa y con la cara llena de dudas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> — ¿Mati?—le preguntó la chica.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Matías quien no entendía nada y pensaba que posiblemente estuviese con un par de copas de más le respondió con una sonrisa en la cara diciéndole.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> —Sí, ¿Qué te pasa Francisca?—dijo extrañado y luego rió un poco dado que nunca la había visto así, tan asustada y nerviosa a la vez—. Pareces que hubieses visto al Diablo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> La chica cambió su expresión de recelo por una de pena. Matías no entendía que estaba pasando.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Qué pasó?—Matías empezó a impacientarse ante la expresiones de su amiga.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No sé cuándo, ni quien—empezó a decir Francisca—, pero hace una hora atrás a Matilde la mataron con un tiro en la frente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Quiero verla—dijo Matías, mirando al piso con la boca entreabierta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Francisca calló unos segundos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡Quiero verla!—volvió a exigir el chico casi al borde del colapso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Francisca lo tomó de la mano y lo llevó hasta el living, donde se hallaban Pablo, Constanza una amiga y ex del anterior, y una chica pequeña y menudita que no paraba de llorar en un sofá, Mabel, también una de sus mejores amigas. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Matías Mayork fue llevado por otro pasillo hacia un ventanal, el cual daba al patio trasero de la mansión Gálvez, allí había una piscina la cual contenía un cuerpo inerte de una chica de piel blanca como la leche, vestida con una blusa de uno o dos tonos más clara que su piel, una minifalda negra, unas pantis blancas y unos zapatos de tacón, negros. La chica miraba con unos ojos verdes ausentes al cielo estrellado y tenía la boca abierta. Simultáneamente un chorro de sangre le corría desde la frente y se escurría por la piscina y teñía su cabello de un rojo oscuro.<o:p></o:p></span></div><div style="border-bottom: dotted windowtext 3.0pt; border: none; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;"> <div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡No!—gritó Matías, se arrodilló en el borde de la piscina, trató de sumergirse, pero antes de que lo hiciera Francisca lo agarró de los hombros y lo abrazó mientras el lloraba sin consuelo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">***<o:p></o:p></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Habrá llorado unos cuantos minutos cuando, por decisión de Pablo, lo llevaron al living. Matías se quedó abrazado a Francisca quien lo consolaba mientras el llanto desaforado cesaba. Constanza le trajo un vaso de agua, el cual fue bebido rápidamente, hiperventilo unos instantes y luego volvió a pensar con lógica. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Y la policía?—dijo con la voz quebrada aún.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No la hemos llamado—respondió Constanza, en ese mismo instante Pablo entró en la habitación con el rostro destrozado, Matías pensaba que ya había sufrido mucho con el solo hecho de que alguien matara a su polola, pero tambien tener su cuerpo muerto en la piscina era otra carga más.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Pablo, ¿Cómo es eso de que no han llamado a la policía?—quiso saber Matías, quien estaba molesto, se paró se puso frente a su mejor amigo y lo miró histérico.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No podemos, Matías—respondió Pablo con voz queda.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡¿Se puede saber que mierda les pasa a todos ustedes?!—gritó a todo pulmón el primo de la chica muerta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Mabel, quien no había parado de llorar, ahora miraba con atención el rostro iracundo de aquel nuevo visitante.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¿Cómo mierda es que no han llamado a nadie aún?—los miró a todos. Pablo le sostuvo la mirada, Francisca lo miró con preocupación y Constanza y Mabel le desviaron la mirada—. ¡Estamos hablando de mi prima!—se señaló así mismo con los pulgares y mirando a todos, estaba a punto de quebrarse de nuevo—. ¡Estamos hablando de tu polola, Pablo!—dijo increpando a su amigo con el dedo índice derecho—. Tú mejor amiga Panchi—miró con rabia a la chica quien miro a sus zapatos con aire de pesar—. ¡¡Y ustedes dos, por mínimo de respeto humano podrían haber llamado por la mierda!!—gritó mirando a Constanza y Mabel, luego no pudo más y se le escaparon unas lagrimas, se sentó en el brazo del sofá y se limpio bruscamente con la manga de su chaqueta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Después de unos segundos Mabel respondió con voz casi inaudible.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Es porque todos teníamos motivos por los cuales matar a Matilde—todos la miraron sorprendidos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">El ambiente por varios segundo se hizo tan denso que se podía cortar el aire con una tijera, Pablo miraba triste hacia el ventanal que daba al jardín, Francisca miraba extrañada a Mabel, Matías dejó de llorar y le sostuvo la mirada a Mabel, luego se fijó en Constanza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Constanza se levantó, se puso una chaqueta, tomó su bolso y las llaves de su auto y se dirigió a la puerta de salida.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— ¡No, mierda!—gritó Matías, fuera de sí y poniéndose en pie— ¡acá ningún huevón o huevona se va hasta que descubra quien mató a Matilde!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Papyrus; font-size: 22pt; line-height: 115%;">1:52 <span class="Apple-style-span" style="color: red;">A.M.<o:p></o:p></span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div>Matías Mayorkhttp://www.blogger.com/profile/11952595843403522339noreply@blogger.com5